No quisieron a Sanders, ahora se tragan a Trump - por Chema Tante

A mi me luce que lo que les ha pasado a las gentes en USA se parece mucho a lo que hemos sufrido en el estado español. Por allá, las buenas gentes temerosas de la derecha rechazaron apoyar a un tipo que hacía las propuestas sensatas, las que defienden a la gente desamparada, las que sostienen que sin calidad de vida en el trabajo no es posible la productividad, que no hay posibilidad de estabilidad económica cuando las perras se las lleva solamente una pequeña parte de la humanidad. Las propuestas de la izquierda, en fin. El partido demócrata le hizo fosss a Sanders y prefirió a una oligarca belicista como Hillary. Ahora, se tienen que tragar a Trump. Se lo van comer con papas.

A este lado del Atlántico, en el estado español, las gentes que se las echan de "prudentes" que mangonean un partido que se llama de izquierdas, el PsoE, rechazaron las posiciones de la izquierda y han preferido abrirle el paso a la continuidad de la derecha cerril del Pp. No quisieron a Iglesias, ahora se tragan a Rajoy. Y conste que no hable de barones, sultana y jarrones, que están privados con Rajoy. Me refiero a las buenas gentes que votan por el PsoE, pensando en la prudencia y moderación, sin darse cuenta de que, en todos lados, los problemas graves necesitan soluciones contundentes.

En USA, como en el estado español, como en el Reino Unido, como en Francia, como en toda Europa, no es el voto de la derecha quien pone gobiernos de derecha, es el voto timorato de una gente que se cree de izquierda, pero se deja vencer por ese maldito "sentido de estado" que se presenta como prudente, pero es una rendición.

Trump ha ganado la presidencia USA. Pero no ha sido este día oscuro de noviembre. Trump ganó, cuando la "prudencia" desechó al candidato Sanders y prefirió colocar en la carrera a alguien detestable. El "mal menor", una vez más, ha cristalizado en el peor desastre.

En USA, las gente de orden, las personas de la política tradicional han querido, como hacen sus colegas de Europa, cerrar los ojos, los oídos y las seseras a la tempestad popular que rechaza un concepto caduco de democracia. Que niegan este sistema que permite que sean las oligarquías fachendosas quienes mandan. Y su intento de ignorar la evidencia se ha encontrado con este problema, el de colocar en el máximo poder del mundo a un tipo impredecible. Se dice, y es cierto, que el poder personal del presidente USA queda muy condicionado por las cámaras del Congreso y del Senado. Y que, aunque tenga mayoría de su partido, éste ceñirá algo algunas peregrinas voluntades de Trump. Es cierto, pero no del todo. El partido republicano comparte muchas de esas locuras con su flamante presidebte . Y, además,ese cargo puede tomar muchas decisiones personales, empezando por la más grave: la de la dichosa maletita del botón nuclear.