Podemos: la dura pugna entre lo nuevo y lo viejo, Enrique Bethencourt
Enrique Bethencourt pone en juego toda su oficio periodístico y su rigor documental en este esmerado análisis que publica EL DIARIO sobre el fenómeno PODEMOS, con especial detenimiento en las peculiaridades del partido en Canarias.
Hay que elogiar -y yo lo hago con mucha fuerza- a Enrique Bethencourt que no se haya dejado influir por su conocido escepticismo hacia PODEMOS y produzca este examen aséptico de la realidad. Algo que, por otra parte, era de esperar, en un profesional que domina y aplica escrupulosamente la diferencia entre opinión e información.
Solamente he detectado un leve detalle que destaco y comento, porque creo que se trata de un aspecto capital. Dice Enrique, refiriéndose a PODEMOS: que se "confirma un modelo de partido que, pese a los mitos, está construido de arriba a abajo (del grupo de sociólogos y politólogos en su laboratorio a los posteriores círculos de base), está fuertemente jerarquizado y centralizado y presenta menos veleidades autonomistas que el propio PSOE"
Me parece que el párrafo de Bethencourt trasluce una impresión de que nos encontramos frente a un partido stalinista, que estaría dominado por una cúpula autoritaria. Pero olvida que esa cúpula de dirección, que existe, y es necesario, como garantía del éxito electoral (y lo explica, a la vez), surge después de un proceso de consulta y elección abierto, que no tiene comparación en ningún otro partido, ni "el propio PSOE". En cuanto a las "veleidades autonómistas", me parece que aquí sí que se trata, como excpeción, de una opinión personal de Bethencourt. La cuestión a que se niega la dirección de PODEMOS es a presentar candidaturas locales sin que por la premura se pueda asegurar la calidad de los integrantes. No se pretende vedar ninguna "veleidad autonomista", sino de evitar la intrusión de elementos inconvenientes, tal y como en el mismo texto de Bethencourt se alude en otro momento. La actitud de los dirigentes de PODEMOS en cuanto al problema catalán, me parece a mí que demuestra una comprensión y aceptación del derecho a decidir de cada pueblo.
A mí me parece que la rapidez relampagueante en que ha surgido y se va consolidando el proyecto no permite someter a PODEMOS a la observación crítica micrcoscópica que se le hace, a la busca de algún defecto. Defectos que, por otra parte, se aceptan y comprenden en otros partidos.