cuando acuse un agente de la autoridad se invierte la carga de la prueba
La Policía siempre tiene razón y si no, la justicia se la da, Joaquín Urias en PÚBLICO
Joaquín Urias en PÚBLICO analiza de manera muy instructiva la ignominiosa sentencia del Supremo que condena a Alberto Rodríguez sobre la única base de la declaración de un policía, desechando todas las restantes pruebas que refutaban tal declaración. Dice urias, con mucho tino, que esto abre el paso a que todos los tribunales dictaminen en el mismo sentido. Lo que diga la policía tumba el resto de las pruebas. Lo señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante declaro que nos encontramos en un estado policíaco, con preponderancia absoluta de la policía. Lo cual ya es terrible de por sí. Pero, si encima se trata de una policía demostradamente infectada de fanatismo ideológico de derechas, todo esto se convierte en un infierno.
Técnicamente no existe nada parecido a la presunción de veracidad de la policía. Sería una forma de dar carta blanca a quienes como titulares del monopolio de la fuerza legítima más riesgo tienen de cometer excesos. Sin embargo, en esta sentencia el Tribunal Supremo español aplica algo muy parecido a esta presunción. Despreciando lo genérico de la acusación policial, el Tribunal se permite reprochar al acusado que se limite a negar los hechos dando a entender que le corresponde a él demostrar que lo que dice el agente es falso. El mensaje que traslada a toda la judicatura española es que cuando acuse un agente de la autoridad se invierte la carga de la prueba y los acusados deben demostrar su inocencia. Viene así a colocar a la Policía por encima de la Constitución, nada menos.
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