Respeta, Oramas, a los cientos de miles de nacionalistas que ni te votamos, ni nos representas - por Chema Tante

Oramas se había acomodado a no tener que hacer profesión de fe nacionalista más que dos veces cada cuatro años. Dos veces cada cuatro años, se envuelve Oramas en la bandera de los perros. Una, en las elecciones nacionales de acá, y la otra, en las eleccionales estatales de allá. Pero la confusión creada por una constitución desatinada, que obliga a otras elecciones estatales de allá, ha desarretado a la candidata, obligada a estas declaraciones que, en su profundo interior, le repugnan.

El desquiciamiento mental que aqueja a la candidata de la coalición nada canaria, viene de su obsesión por mantener el chollo que le pague su residencia en Madrid. Porque, sépase bien, si Oramas no consigue, como todo permite prever, su escaño en el Congreso, no por eso dejará de vivir en Madrid. Lo que ocurrirá es que tendrá que pagarse ella los gastos. Y la gente pobre sabemos muy bien cuánto le gusta a la gente rica no tener que pagar nada. Eso es lo que tiene loca a la candidata.

Reclama la candidata próxima a frustrarse Oramas, respeto para los cientos de miles de personas nacionalistas canarias. Y, como el famoso reloj parado, la embustera recalcitrante, dice alguna vez la verdad. Somos cientos, varios cientos de miles de nacionalistas en Canarias. Por eso, ella, Oramas, y su coalición poco canaria, consigue mucho menos de cien mil votos. Y, una buena parte de ellos, correspondiente a la godada que medra al soco de los mangoneos de unos gobiernos que se dicen nacionalistas pero no lo son ni actúan como tales..

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