Sudáfrica, miembro del BRICS, lleva al sionismo a los tribunales

Pepe Escobar

THE CRADLE

El caso de Pretoria contra Israel por genocidio es crucial, no sólo para detener la matanza de Tel Aviv en Gaza, sino para plantar la primera bandera del multipolarismo en los tribunales del mundo: este es el primer caso de muchos que buscarán detener la impunidad occidental y restaurar el derecho internacional como previsto en la Carta de las Naciones Unida

Esta semana se juzga en La Haya nada menos que el concepto completo del derecho internacional. El mundo entero esta viendo. 

Fue necesaria una nación africana, no una nación árabe o musulmana, pero sí un miembro importante de los BRICS, para intentar romper las cadenas de hierro desplegadas por el sionismo a través del miedo, el poder financiero y las amenazas constantes, esclavizando no sólo a Palestina sino a importantes franjas del territorio. planeta.    

Por un giro de justicia poética histórica, Sudáfrica, una nación que sabe una o dos cosas sobre el apartheid, tuvo que tomar la autoridad moral y ser la primera en presentar una demanda contra el Israel del apartheid ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).  

La demanda de 84 páginas,  exhaustivamente argumentada, completamente documentada y presentada el 29 de diciembre de 2023, detalla todos los horrores en curso perpetrados en la ocupada Franja de Gaza y seguidos por todos los que tienen un teléfono inteligente en todo el planeta. 

Sudáfrica pide a la CIJ –un mecanismo de la ONU– algo bastante sencillo: declarar que el Estado de Israel ha incumplido todas sus responsabilidades según el derecho internacional desde el 7 de octubre. 

Y eso, de manera crucial, incluye una violación de la Convención sobre Genocidio de 1948, según la cual el genocidio consiste en “actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.

Sudáfrica cuenta con el apoyo de Jordania, Bolivia, Turkiye, Malasia y, significativamente, de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que combina las tierras del Islam y constituye 57 estados miembros, 48 ​​de los cuales albergan una mayoría musulmana. Es como si estas naciones representaran la abrumadora mayoría del Sur Global. 

Pase lo que pase en La Haya, podría ir mucho más allá de una posible condena a Israel por genocidio. Tanto Pretoria como Tel Aviv son miembros de la CIJ, por lo que los fallos son vinculantes. La CIJ, en teoría, tiene más peso que el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Estados Unidos veta cualquier hecho concreto que manche la autoimagen cuidadosamente construida de Israel. 

El único problema es que la CIJ no tiene poder de ejecución. 

Lo que Sudáfrica, en términos prácticos, pretende lograr es que la CIJ imponga a Israel una orden para detener la invasión –y el genocidio– de inmediato. Ésa debería ser la primera prioridad.   

Una intención específica de destruir 

Leer la solicitud completa de Sudáfrica es un ejercicio horripilante. Esto es literalmente historia en ciernes, justo frente a nosotros que vivimos en el siglo XXI, joven y adicto a la tecnología, y no un relato de ciencia ficción de un genocidio que tiene lugar en algún universo distante.    

La solicitud de Pretoria tiene el mérito de presentar el panorama general, “en el contexto más amplio de la conducta de Israel hacia los palestinos durante sus 75 años de apartheid, sus 56 años de ocupación beligerante del territorio palestino y su bloqueo de 16 años. de Gaza”.  

Causa, efecto e intención están claramente delineados, trascendiendo los horrores que se han perpetrado desde la Operación Inundación de Al-Aqsa de la resistencia palestina el 7 de octubre de 2023. 

Luego están los “actos y omisiones de Israel que pueden constituir otras violaciones del derecho internacional”. Sudáfrica los cataloga como “de carácter genocida, ya que se cometen con la intención específica requerida ( dolus specialis ) de destruir a los palestinos en Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino más amplio”.

'Los hechos', presentados en la página 9 de la solicitud, son brutales: van desde la masacre indiscriminada de civiles hasta la expulsión masiva: “Se estima que más de 1,9 millones de palestinos de los 2,3 millones de habitantes de Gaza (aproximadamente el 85 por ciento de la población) población – se han visto obligados a abandonar sus hogares. No hay ningún lugar seguro al que huir, aquellos que no pueden irse o se niegan a ser desplazados han sido asesinados o corren un riesgo extremo de ser asesinados en sus hogares”.

Y no habrá vuelta atrás: “Como señaló el Relator Especial sobre los derechos humanos de los desplazados internos, las viviendas y la infraestructura civil de Gaza han sido arrasadas, frustrando cualquier perspectiva realista de que los desplazados de Gaza regresen a sus hogares, repitiendo una larga historia de desplazamiento forzado masivo de palestinos por parte de Israel”.

El hegemón cómplice 

El punto 142 de la solicitud puede resumir todo el drama: “Toda la población se enfrenta al hambre: el 93 por ciento de la población de Gaza se enfrenta a niveles críticos de hambre, y más de uno de cada cuatro se enfrenta a una situación catastrófica” – con una muerte inminente. 

En este contexto, el 25 de diciembre (día de Navidad), el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, redobló su retórica genocida y prometió: "No nos detendremos, seguiremos luchando y profundizaremos los combates en los próximos días, y esto Será una batalla larga y no está cerca de terminar”. 

Por lo tanto, “como cuestión de extrema urgencia” y “a la espera de la decisión de la Corte sobre el fondo de este caso”, Sudáfrica está solicitando medidas provisionales, la primera de las cuales será que “el Estado de Israel suspenda inmediatamente sus actividades militares”. operaciones en y contra Gaza”.

Esto equivale a un alto el fuego permanente. Cada grano de arena desde el Néguev hasta Arabia sabe que los psicópatas neoconservadores a cargo de la política exterior de Estados Unidos, incluido su favorito, el senil ocupante de la Casa Blanca, controlado a distancia, no sólo son cómplices del genocidio israelí, sino que se oponen a cualquier posibilidad de un alto el fuego. . 

Por cierto, dicha complicidad también está penada por la ley, según la Convención sobre el Genocidio.   

Por lo tanto, es un hecho que Washington y Tel Aviv harán todo lo posible para bloquear un juicio justo ante la CIJ, utilizando todos los medios de presión y amenaza disponibles. Esto encaja con el poder extremadamente limitado que ejerce cualquier tribunal internacional para imponer el imperio del derecho internacional al combo excepcionalista Washington-Tel Aviv. 

Mientras un Sur Global alarmado se moviliza contra el ataque militar sin precedentes de Israel contra Gaza, donde más del 1 por ciento de la población ha sido asesinada en menos de tres meses,  el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí ha reglamentado sus embajadas para presionar a los diplomáticos y políticos del país anfitrión. emitir rápidamente una "declaración inmediata e inequívoca del siguiente tenor: declarar pública y claramente que su país rechaza las acusaciones escandalosas, absurdas e infundadas hechas contra Israel". 

Será muy esclarecedor ver qué naciones cumplirán el orden. 

Independientemente de que los actuales esfuerzos de Pretoria tengan éxito o no, es probable que este caso sea sólo el primero de su tipo presentado ante tribunales de todo el mundo en los próximos meses e incluso años. Los BRICS –de los cuales Sudáfrica es un Estado miembro crucial– son parte de la nueva oleada de organizaciones internacionales que desafían la hegemonía occidental y su 'orden basado en reglas'. Estas reglas no significan nada; nadie los ha visto siquiera. 

En parte, el multipolarismo ha surgido para corregir el alejamiento de décadas de la Carta de la ONU y precipitarse hacia la anarquía encarnada en estas "reglas" ilusorias. El sistema de Estado-nación que sustenta el orden global no puede funcionar sin el derecho internacional que lo garantiza. Sin la ley, enfrentamos guerra, guerra y más guerra; De hecho, el universo ideal de guerra sin fin del Hegemón.

El caso de genocidio de Sudáfrica contra Israel es descaradamente necesario para revertir estas flagrantes violaciones del sistema internacional, y casi con certeza será el primero de muchos litigios de este tipo contra Israel y sus aliados para devolver al mundo la estabilidad, la seguridad y el sentido común.

* Gracias a Pepe Escobar y THE CRADLE y a la colaboración de Federico Aguilera Klink

https://new.thecradle.co/articles/brics-member-south-africa-takes-zionism-to-court