Y nadie debe tragarse la monuemtal patraña de que la desenfrenada construcción es el precio que tenemos que pagar por la tranquilidad económica. Es todo lo contrario. Lo que ha causado este desastre social que vivimo ha sido la aplicación de un turismo barato, masivo, que trae por millones manadas de personas a bajo precio -con millones de contaminantes vuelos de avión, además, en una operación que solamente sostiene los beneficios de unas pocas empresas, la mayoría, de fuera. Y las canarias, da lo mismo que lo sean, porque también se llevan sus beneficios para fuera. Y todo eso, sobre las costillas de una fuerza laboral extorisonada, esquilmando los recursos naturales y desborrifandio opasiaje y territorio.

Para eso ha servido este desastre que pintaba premonitariamente Pastino el siglo pasado. Para eso va a servir la fatídica Ley del Suelo del genuflexo Clavijo, con su banda de Cc y la complicidad culpable de la horda psociata. No me digan ustedes que no da magua contemplar en qué se ha convertido el paraje del Oasis y el Faro de Maspalomas que, como ejemplo, ponía el entonces joven Pastino. No hace treinta, como decía la viñeta, sino cincuenta...

Ésta es la Canarias que existe, como decía el machango dibujado por Pastino. A esa Canarias se refiere la maliciosa Oramas, cuando dice que "sin Coalición Canaria, Canarias no existe". Esa es la Canarias que no existirá más, cuando arrojemos a las tinieblas a la coalición empresaria y peguemos con la brega de recuperar nuestras islas. Que no resisten más.