Lo que nos cuenta Alberto Artiles en CANARIAS 7, sobre los datos del BARÓMETRO SANITARIO, ya no espanta a nadie. Todo el mundo sabe que en Canarias muchísima gente no se medica por falta de perras; que ni siquiera pueden comprar los medicamentos subvencionados. Como tampoco espanta suponer la otra gran cantidad de gente que se medica, pero a costa de sacrificarse en otros aspectos. Ni tampoco saber que las cifras en estas islas gobernadas por el genuflexo Clavijo son el doble de graves que la media del estado. No espanta, pero cabrea y se agrega al zurrón de los agravios que sufre la gente pobre, es decir, la mayoría, en un territorio en el que los beneficios del turismo, ese de los 16 millones, solamente llegan a la banda de la gente rica. Y que sepan, el genuflexo Clavijo y el privado Baltar, que la satisfacción que registra la sanidad canaria, que supera el seis por ciento, no se debe a su gestión, sino a la abnegación de las y los profesionales, en todos lo ¡s niveles, facultativo, enfermería, auxiliares y administrativo. Si no fuera por esta gente magnífica, la sanidad pública canaria no sería lo que es.