Ramón Afonso señala el artículo en EL JUEVES con el que Pascual Serrano se une a las aisladas voces que se traven a gritar la verdad, aprovechando las bondades obligadas por decreto de la Navidad. Las voces recordando que, con luces o cabalgatas, en medio del derroche desenfrenado que provoca la incitación irresponsable al consumo, estos días, como todos los días, estos pueblos que conforman la sociedad supuestamente opulenta, somos pobres de solemnidad. Que nos estamos estallando y botando lo que no tenemos. Y que estamos, con ello, tirando los alimentos, ante los ojos de quienes, ni siquiera pueden participar en la estúpida orgía. Y todo, agrego yo, Chema Tante, para engordar aún más las arcas repletas de la rica oligarquía.