Con Miguel Blesa ¿acaba nuestra vergüenza? - por Erasmo Quintana
Es necesario ser objetivos para afirmar con rotundidad que en este país, España, hace bastante tiempo sonaron todas las alarmas avisando de la peligrosa deriva mafiosa a la que sus políticos y poderes económicos lo condenaban. Además de otro tema delicadamente dramático cuando asistimos a la merma de su calidad democrática, y porque de los países que componen la Unión Europea, el nuestro es el que más bochorno vergonzante atesora al convertir la corrupción en la auténtica Marca España.