Lo criticamos cuando esto lo hace Marruecos o Irán o Corea del Norte. Pero ya el Pp nos ha llevado hasta  esas mismas bajas tristezas, a esta desaparición de incluso los remedos de democracia. Raul Campín y Adolfo Luján, periodistas, han cometido, según el partido llamado popular, los graves delitos de "atentado contra la autoridad" y "calumnias contra los órganos públicos". Este atropello a la libertad de expresión, sobre todo, indica el grado de la preocupación que tiene la banda de Rajoy ante la fuerza de los movimientos que sí son populares, los colectivos sociales y las organizaciones ciudadanas.

Desde su pequeña parcela de la trinchera de la resistencia, La casa de mi tía se une a la protesta expresada por los medios de comunicación alternativos, los verdaderamente comprometidos con la libertad de expresión y reclama la inmediata libertad de estos presos políticos y el levantamiento de todos los cargos que se les imputan.