Baltasar Garzón y alguna gente procedente de IU se están acercando "para derrotar a la derecha" al partido que un día fue socialista y obrero pero que ahora no lo es, por culpa de una dirección que ha desvirtuado su ideología y ha traicionado a sus bases. La idea de Garzón y compañía es intentar iniciar un proceso de reunificación de la izquierda en los pueblos del estado español. Y no es mala idea. Pero existe una condición imprescindible. Para que el partido llamado PsoE pueda cumplir con la misión que le adjudica la historia, es absolutamente necesario que vuelva a ser socialista y obrero.