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La inicua Soraya, aullaba con su irritante verbo mesetario, criticando la supuesta ausencia de "sensibilidad humana" de no aceptar colgar una pancarta en memoria de una víctima del terrorismo. Soraya tergiversaba la situación, porque de lo que se trataba y se trata, con todo el respeto que se debe a Miguel Ángel Blanco, de que no es lógico ni justo hacer de una sola persona un símbolo del sufrimiento de miles. La voluntad del partido llamado popular en este asunto está clarísima: pretenden introducir la idea de que son las únicas víctimas del terrorismo asesino. Y no es así. Soraya demanda a otra gente una "sensibilidad humana" que ella no tiene cuando se trata de los millones de víctimas de terrorismo, incluyendo el franquista o de las víctimas del austeritarismo que ella practica con entusiasmo. Yo, Chema Tante, creo firmemente que José Antonio Illanes le da cumplida respuesta a Soraya desde LA RÉPLICA.