No hay valentonismo más potente que el que se aplica al sumiso. El matón se aprovecha del que muestra debilidad. La coalición empresaria poco canaria ha encontrado su victima recurrente en un partido que no solamente ha desertado de sus ideales socialistas y obreros, sino que también se ha desprendido de todo signo de vergüenza política. La jarca abyecta que mangonea este PsoE aguanta, día a día, todo lo que le echen, con tal de mantener sus confortables -en lo particular, más que en lo político- posiciones de gobierno

Antonio Morales, insiste en la acumulación de calamidades que sufrimos por obra y desgracia del ultraliberalismo, lo cual no es vano, porque solamente recordándolo y actuando en consecuencia podremos salir de este calvario. Y también repite, con idéntica razón, Antonio la declaración de quien es el auténtico culpable final de todo este infortunio colectivo.