Hoy renovamos el compromiso con los objetivos libertarios de nuestro joven mártir y alzamos también nuestra voz obrera y trabajadora para repetir: ni olvido ni perdón.
Alfredo Mederos - Salud y República
La carrera profesional de Alfredo Mederos ha sido sumamente importante y muy reconocida, pero quiero glosar y recordar el compromiso ideológico que le identificaba, en defensa de sus principios y convicciones como socialista entrañable y ejemplar.
Comprometido artículo de Jesús López-Medel @JesusLopezMedel en EL DIARIO, que versa sobre el grado de abyección a que han llegado muchos -si no todos- de los grandes medios de comunicación. Incluyendo algunos que fieron en su día referencia de democracia y que dejan patente ahora ser mercenarios dependendientes del poder, hasta llegar a servir de trampolín de campañas desaforadas de desprestigio. Dice López-Medel con toda la razón, que estos medios y los poderes que les pagan no son conscientes de que sus ardides son contraproduceb¡ntes, lo que explica, a mi juicio, lo que está pasando, con el despegue de la intención de voto a unas opciones políticas y eld desplome de otras
La situación de bloqueo en el Congreso de los Diputados, obedece no a una película de buenos y malos, sino a la carencia de experiencia en pactos de los partidos estatales, acostumbrados en el caso de los ya no tan mayoritarios a no necesitar apoyos de otras fuerzas políticas, más que de forma muy limitada.
... que también de plástico, goma, loza, piedra, barro, etc.
Texto leído en el acto de homenaje a Antonio González Ramos, organizado por el Ayuntamiento de La Laguna en el 40º aniversario de su asesinato el 29 de octubre de 2015
El 27 de noviembre de 1871, el escritor canario Nicolás Estévanez abandonó el Ejército Español al ser informado de la ejecución de ocho estudiantes cubanos condenados en Consejo de Guerra.
En octubre de este año se cumplirán 39 del asesinato de Antonio González Ramos, fallecido a consecuencia de las torturas que le infligió el comisario de policía José Matute Fernández. Murió prematuramente, de una muerte que no tenía que haber sido la suya. Antonio González Ramos era un hombre sencillo, un campesino del norte de Tenerife que había marchado a Alemania en los años ’60 y allí, en los círculos de la emigración española, había conocido al Partido Comunista. Cuando regresó a Tenerife unos años más tarde, era ya un obrero industrial consciente, como decíamos entonces. Un día nos contó su despedida de los camaradas de Alemania:
Por El Ciego del Molar