El viejo y simpático Tío Sam - por Marcos González Sedano
Sam, tiene las botas manchadas de sangre, allá donde pisa la destrucción está garantizada. Sam trabaja para las grandes corporaciones, para las élites.
Sam, tiene las botas manchadas de sangre, allá donde pisa la destrucción está garantizada. Sam trabaja para las grandes corporaciones, para las élites.
Me ha pedido un amigo un artículo sobre el tema griego, aunque no me gusta escribir por encargo, este sería el octavo sobre lo mismo desde abril del año dos mil once hasta hoy.
¿Saben ustedes?..Mis padres eran campesinos sin tierra, desplazados a la ciudad. Mi barrio era muy humilde, fundamentalmente lo habitaban obreros de la construcción en paro. A pesar de la pobreza que existía, entre nosotros había una solidaridad impresionante...
Siento el salitre en la piel, en las pupilas. Siento el viento entre las velas y como cruje la piel de los griegos.
Permítanme ustedes que empiece por el final. No se trata de refundar el capitalismo, sino de terminar con él, o él terminará con la Humanidad.
Tras las elecciones municipales y autonómicas la correlación de fuerzas sólo ha cambiado algo en lo institucional. La debilidad de la población en nuestras sociedades sigue siendo extrema...
Este artículo ya es viejo, y por viejo pensé que estaba vigente. Juzguen ustedes.
¡Ah! ¡Maldita memoria que en un acto de ira asesinaste los recuerdos!
Yo no soy socialdemócrata; tampoco posibilista, y mucho menos defensor de una Paz Social que condene a millones de seres humanos a la infelicidad, a no tener un techo que les cobije y una Renta Básica.
¿Recuerdan ustedes aquella canción de Javier Krahe que empezaba diciendo “Me gustas democracia porque estás como ausente”? Sería por ser el mejor análisis político con música…¡hey…chachachá! de una democracia secuestrada.