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miércoles, 01 de mayo de 2024 10:47h.
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Sobre el dinero (I) - por Alfredo Apilánez

Sobre el dinero (I) - por Alfredo Apilánez Alfredo Apilánez Primera parte Los mitos de la ortodoxia: el dinero-lubricante “ Hay que preguntarse si la economía pura es una ciencia o si es “alguna otra cosa”, aunque trabaje con un...
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La verdadera batalla por Barcelona (y II) - por Alfredo Apilánez

 

alfredo apilanezAnte la virulencia del embate financiero-inmobiliario contra las condiciones de vida y habitación de unas clases trabajadoras crecientemente desvalidas, surgen los interrogantes acerca de qué tipo de estrategias de resistencia pueden obstaculizar el desarrollo de la maquinaria de la apisonadora neoliberal.

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La “ciencia” aberrante (y III) - por Alfredo Apilánez

 

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Piero Sraffa

alfredo apilanezA medida que la lucha de clases se agudizaba, la mala conciencia y las ruines intenciones de la apologética ocuparon el sitial de la investigación científica sin prejuicios

Carlos Marx

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La “ciencia” aberrante (II) - por Alfredo Apilánez

 

sraffa

alfredo apilánezAntonio Gramsci, un historicista serio, llamó la atención acerca de este exceso al indicar cómo la superficial infatuación por la ciencia conlleva ilusiones ridículas, porque al esperarse demasiado de ella se la acaba convirtiendo en una ‘superior hechicería‘”

Francisco Fernández Buey

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La “ciencia” aberrante (I) - por Alfredo  Apilánez

 

luigi pasinettipiero sraffa

Luigi Pasinetti y Piero Sfarra

alfredo apilánez“Para Sraffa la teoría económica marginalista es una aberración. Existe una teoría económica “sensible” y coherente y una teoría económica aberrante. El cambio de nombre mismo, que se dio desde la economía política clásica a la “economía” de Marshall a partir de 1870 es la “marca de división”. Realmente hay un ‘abismo insondable’ entre los dos paradigmas”.

Luigi Pasinetti

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El sol también era suyo - por Alfredo Apilánez y Salva Torres

 

SOL

alfredo apilanezSALVA TORRES“Trato injusto e inequitativo”. Esta es la contundente fundamentación del reciente varapalo legal propinado por el CIADI  (tribunal de arbitraje del Banco Mundial) al Estado español en la primera sentencia por el llamado “hachazo” a las renovables. El título de la historia podría ser: “los recortes ‘austericidas’ y el efecto boomerang”. El objeto de la disputa eran las nefastas consecuencias financieras para los inversores de la supresión “de manera drástica y abrupta” –y con efectos retroactivos- de las generosas ayudas a las energías renovables instauradas en los “días de vino y rosas” de la burbuja inmobiliaria por los gobiernos de Aznar y Zapatero.