... y eso que nos visitaban de noche y les aclaraba el día con nosotros a comerse los restos de los potajes, cáscaras de papas, lechugas, etc., verduras y demás, que adrede les poníamos detrás, adonde acudían.

.. si fuéramos hinduistas, para quienes los animales -toda vida-, es sagrada, con lo que allá, allí, en la India -nuestras cabras-, estarían salvadas.

... que hace el cabildo.

... pregunto. Es decir, ¿puedo salir al campo, con escopeta al hombro, y cargarme lo que sea, por ejemplo liarme a riflazo limpio con los perros? ¿Puedo hacer eso con los gatos que me salgan al camino?

... que fue en 1980, cuando a un legionario, se le escaparon una pareja de ardillas, que había traído del desierto africano, y con una rapidez inaudita, se multiplicaron de tal forma y manera que endemismo alguno no va a quedar en Fuerteventura

... de La Degollada, del Tagoror Rojo, de El Tabaibal, de Los Hogarzales, de... todo ese Macizo del Noroeste, que cuando las querían “apañar”, los dueños de los lugares en el título contados, no tenían sino que llamarlas, con un poco de millo...

Sobre esto de las cabras guaniles en Güigüi se ha armado una tremenda fogalera. La cosa viene de la eliminación de ejemplares, porque existe una sobrepoblación de esta fauna, que depreda a especies de flora que se están recuperando. Y alguna gente bienintencionada sin duda, pero con poca información, se ha levantado en armas, poneidno a caldo'pota, de paso, a Antonio Morales. Se trata sin duda de un asunto espinoso. Por ello, me parece magnífico este artículo de José Luis Angulo Santana en TAMAIMOS, que pone las cosas bastante claras. 

Además, yo recordaréque esta historia no es nueva. Ya en 2013 se hablaba de ella:

... fue, en una de las varias visitas que hice a Susito Falcón,

"Carta a Don Juan Marsé a propósito de ‘España es un país de cabreros’  Este es el título de la justificada carta que le mandaba Juan Capote a Juan Marsé, asunto de la desafortunada frase del escritor. La pueden leer en EL DIARIO LA PALMA AHORA. Y tiene mucha razón el palmero. Pero yo le hubiera dicho a Marsé otra cosa: