Entrevista a José Manuel Rivero en Radio San Borondón

El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado señala en PÚBLICO esta acertadísima cronica con la que Beatriz Asuar Gallego glosa la victoria parlamentaria sobre el fanatismo corrupto de la derecha. La derecha cerril, que no las legítimas, demócratas, opciones conservadoras. Porque entre quienes le enseñaron la puerta a Rajoy y le hicieron fo a Rivera estaban también partidos poco sospechosos de progresía como el PNV y el PdeCat.  El problema ahora es que la derecha cavernaria seguirá con la estrategia funesta de atizar la fogalera territorial. Van a gritar sus mentiras y el "a por ellos" con ira y con fuerza. Y ahí está la responsabilidad y la gran oportunidad, tanto de los partidos que sacaron al Pp del gobierno, como de las opciones soberanistas. Hay que entenderse, buscar soluciones, reducir la tensión y dejar a los fascistas sin argumentos. 

La diputada del PSOE Patricia Hernández emplazó hoy al consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, José Manuel Baltar, a explicar con claridad si, después de que “defendiese en el pasado los intereses de la empresa que le pagaba”, desde su responsabilidad actual defiende “los intereses de quienes le pagan ahora, los ciudadanos y ciudadanas de Canarias”.

Francisco Morote, de Attac Canarias señala en la página de ALAI este didáctico texto de Carlos F. Díez Sánchez sobre la evolución de la situación generada por la irrupción de la tecnología de la informática. De cómo hemos pasado del 1.0, con las primeras manifestaciones de la red, únicamente como medio de comunicación, al 2.0, con la participación de usuarios y usuarias en la formación de contenidos hasta llegar a la propuesta de 3.0. El 3.0 pretende oponerse a la utilización maligna de la red que se ha demostrado que ocurre con la 2.0, con la manipulación y abuso de la posesión de datos privados. El 3.0 supone que sean la gente quien utilice las posibilidades de las redes para su liberación. Y el autor aporta el ejemplo de la aparición de las criptomonedas, que constituye una reacción a la especulación financiera, instrumento esencial de la dominación neoliberal.

Hay que ser un profesional riguroso de la comunicación, como Raúl Vega, para detectar en su justa dimensión y denunciar, las ladinas maneras con que la ciudadanería se ha infiltrado en la vida pública y publicada de Canarias, con una magnitud igual o superior que la de organizaciones con representación en el parlamento. Y de como utiliza esa sobrerrepresenyación que se arroga sin mayor derecho, para minar las características identitarias de Canarias y las posibilidades de maniobra de la gente isleña en el plano político. Un soberbio artículo que abre los ojos a todo cristiano y toda cristiana. Mira que era dificil, pero esta gente ciudadanera es más pilla que la ppera. 

Son muchas las razones para execrar a un partido neoliberal como Ciudadanos. Se trata de un partido que corrige y aumenta todas las maldades del partido llamado popular. Ciudadanos es, palmariamente, la versión actualizada de la Falange de los años treinta del siglo pasado. Pero para mí, Chema Tante, una destacada repugnante características de esta banda fascista es su negación de la realidad nacional de Canarias. Enrique Bethencourt analiza al partido neofalangista de Rivera en EL DIARIO CANARIAS AHORA.

Rosa María Artal aporta otra interesante conclusión desprendida de los acontecimientos de estos tiempos. Y, puntualiza la autora que no solamente lo de Cataluña.. En artículo que señala Antonio Aguado en EL DIARI, Artal reflexiona sobre la incapacidad de estas sociedades que componen el estado español para solventar y superar las dificultades que se van encontrando. Habla Artal de ignorancia, irracionalidad. Y yo, Chema Tante, proclamo que esta estupidez colectiva, ya endémica, tras siglos de represión, terminó de agravarse con la acción brutal franquista. Después de siquitrillar toda una generación de gente intelectual y pensadora, el franquismo sometió a nuestras sociedades a un tratamiento de zafiedad. Y la llamada democracia culminó la tarea. Por eso tantas, tantísimas, personas se comportan como sus ancestros del siglo XIX