La manera de utilizar la lengua es un buen resorte para conocer la actitud. Que la derecha es misógina, es sabido harto tiempo ha. Y que la ultraderecha es absolutamente enemigo de los derechos de la mujer y contraria a los principios igualitarios del feminismo, no puede dudarse, a la vista de sus obras. En CUARTO PODER, Cristina Hernández hace un análisis del lenguaje y de como la ultraderecha que se impone en este estado español introduce negativamente la ideología de género en sus programas. Desde luego, no se puede comprender que haya mujeres -y hombres demócratas, que voten y apoyen a semejantes hordas de cavernícolas.

Cristina Fallarás en PÚBLICO se refiere al informe de la RED EUROPEA DE LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL, desde la perspectiva global de todo el estado. Yo, Chema Tante, repetiré que de esos 12 millones de hombres y mujeres que se debaten en la privación social, casi un millón, corresponde a Canarias. Y también, en líneas generales, que esta desgracia refuta otra vez todas las teorías de la horda neoliberal que ha aplicado sin freno sus medidas austeritarias.

Quienes valoramos y amamos el mundo rural asistimos impotentes al fenómeno de la creciente urbanización de nuestras sociedades. Por todo el mundo, las ciudades crecen, los campos se vacían. Esa es la realidad, que no parece tener remedio. Ante esta verdad, lo único que cabe es humanizar la ciudades. Y en ese sentido va el concepto de Ciudades Creativas que María Cristina Rosas nos explica, en artÍculo señalado en ALAINET por Francisco Morote, de Attac Canarias, diciendo "Altermundismo, ciudades para el siglo XXI. Rosas se apoya en multitu de referencias para relatar como la creatividad puede rescatar a la gente de la frialdad y rutina alienantes de las grandes ciudades modernas. Yo, Chema Tante, sigo pensando que es imperativo recuperar lo rural, pero no se puede cerrar los ojos a lo que ocurre en la vida.

La solidaria página TLAXCALA publica una nota de Cristina Martínez Benítez de Lugo sobre la ruindad perpetrada por la siempre coraz Comisión Europea que atropella los derechos del pueblo saharaui a disponer de sus recursos y otra sobre la represión de la potencia ocupante, Marruecos, que mantiene su presencia en el territorio con las más duras prácticas. Las publicaciones las señala en TLAXCALA Ana García y  yo, Chema Tante, repito incansable que, en primer lugar, por motivos de mera sensibilidad humana, pero también por respeto a los ideales que la generaron, a su propia legislación y a  los mandatos de Naciones Unidas, la Unión Europea no puede seguir apoyando el saqueo y la represión de Marruecos en el Sáhara Occidental.

Esto que dice Cristina Fallarás en artículo de PÚBLICO que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, lo viene diciendo este que está aquí hace muchísimos años: El Partido Español, antñop siclista y obrero" . Pero es que las obras y las pompas del partido, las aberraciones que largan sus mandamases históricos, como Bono, Rodríguez Ibarra, Guerra, Felipe... o no tan históricos, como la sultana Susana o García Page, confirman todos los días la monumental mentira que le han metido estos tiestos a la honrada grey socialista. Ahora hay que apoyar a Sánchez en la Moción, pero hay que pedirle también que recupere para su partido la dignidad de las, como las llama Santiago Pérez, "siglas veneradas".

Hay que poner mucha atención a esto que cuenta María Cristina Rosas en artículo señalado en ETCÉTERA por Francisco Morote, de Attac Canarias. La Renta Básica Universal, o Ingreso Básico Universal, es un resorte que obedece a criterios de equidad y también de reanimación económica. Pero, como todo en esta vida, una buena idea puede ser contraproducente ssi se aplica mal o con taimadas intenciones. En Finlandia, la implantación de la Renta Básica, por un gobierno de centro derecha -es decir, de derecha pura y dura, porque cuando alguien se identifica como de centro derecha, además de ser de derecha, peca de cinismo- no busca la redistribución de la riqueza, sino la demostración de la tesis aviesa neoliberal, que bebe en el ancestral despotismo sajón, de que, si mantienes a la gente sin trabajar, la gente no querrá trabajar. En algunos países, es cierto, los impuestos y los bajos salarios mueven a ciertas personas a arregostarse en las ayudas públicas y no trabajan. Pero eso es culpa de los bajos salrios, no de las personas.