El hecho de que tras cuarenta años de democracia este derecho siga sin regularse tiene mucho que ver con la falta de voluntad de fuerzas políticas y las presiones de la Iglesia católica que no solamente pretende imponer su moral privada a toda la sociedad sino que también hace negocios con los cuidados paliativos. Esta misma Iglesia es la que llama, en estas elecciones, a votar a los partidos políticos que no defiendan la eutanasia ni el aborto, intentando, de esta forma, crear bloques políticos fundados en las creencias religiosas.
Piden que la oficina municipal de asesoramiento a deshaucios se rija por normativa pública.
En ALAINET, artículo de Xavier Caño Tamayo que recomienda Francisco Morote, de ATTAC Canarias, que demuestra, una vez más que, se mire por dónde se mire, este TTIP, como el resto de tratados de "libre comercio", no hay por donde aceptarlos.