En TAMAIMOS, Agustín Bethencourt comenta la significativa visita de Bachar Al Assad a Putin. Un asunto de máxima importancia, aunque esté siendo desdeñado por la prensa mercenaria que, como mucho, se limita a dar una versión parcial de la situación. Lo cierto es que, como dice Agustín, estamos en otro encontronazo entre dos imperios -a cuál más deleznable- en el que todos los pueblos del mundo tenemos todo que perder.

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Hubo un tiempo en que el reino de España era un imperio gigantesco, cuyas provincias se extendían por todo el planeta. Poco a poco, a lo largo de los siglos XIX y XX, el menguante Estado español fue perdiendo territorios, hasta quedar reducido a un imperialismo de segunda dentro del bloque euro-norteamericano.

Ya se ha escrito y dicho bastante sobre que esta fecha del 12 de octubre no puede considerarse como la del descubrimiento de nada. Lo que ocurrió, cuando Colón se tropezó con lo que hoy llamamos  América en su viaje hacia Asia, fue, como mucho, un encuentro de culturas, en el que la gente local se llevó la peor parte.

Las organizaciones políticas Ezker Batua Berdeak (EB-B), Iniciativa Socialista de Izquierdas (ISI ES), Nova Esquerda Galega (NEG) y Convergencia por Extremadura (CEx), que constituyen la plataforma Compromiso La Izquierda, muestran su firme oposición y rechazo a cualquier intervención militar en Siria por parte de EE UU y sus aliados, al margen del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que la convertiría, según estos partidos, en una acción ilegítima e ilegal y, por tanto, criminal.

La inminente intervención militar norteamericana en Siria, constituiría un nuevo capítulo deplorable de la escalada militarista del  imperialismo norteamericano en su tentativa de retomar el control y la hegemonía sobre un mundo unipolar y al servicio de sus intereses.

Hace diez años, la prefabricación y difusión de la mentira, consistente en que el régimen gubernamental iraquí tenía “armas de destrucción masiva”, sirvió de “pretexto” para que una “coalición internacional”, encabezada por los EEUU –y con el apoyo del Presidente del Gobierno español José Mª Aznar– sin obtener mandato de la ONU, desencadenaron una guerra de agresión y ocupación criminal contra Irak...