Como Gonzalo Cortizo y Laura Galaup escriben desde España y no conocen bien al forajido de la Corrupción Canalla, Ricardo Melchior, escriben con cierta asepsia esta crónica que señala en EL DIARIO el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Pero como Iván Suárez lo hace desde Canarias, puede escribir con más elementos de juicio sobre semejante facineroso depravado por la ambición. Les recomiendo leer con atención lo que escribe Iván.  Y yo, Chema Tante,que conozco bien, muy bien, tanto al pájaro como su bandada podrida, puedo decir que, sin pruebas, pero con mucha seguridad, que estoy convencido de que lo que se va sabiendo del pillo Ricardo Melchior no es sino una pequeña parte de sus tropelías. Yo afirmo, por ejemplo, que Melchior se emperretó en el tranvía innecesario, que se cargó la identidad urbana chicharrera, por su afán codicioso. Y otras muchos chanchullos más, de los que el puerto igualmente innecesario de Granadilla es la joya sublime. Y diré más. Lo de Melchior es un ejemplo clarísimo de cómo han actuado la inmensa mayoría de quienes han gobernado o actuado en política desde esa nido de inmundicia llamado Coalición Canaria. Canarias está como está, como describe ese maldito peor real tópico de "en cabeza de lo malo, a la cola de lo bueno" por culpa de que esa banda ladrona solamente ha gobernado, el archipiélago, las islas y los municipios, pensando únicamente en su medro personal y en el lucro de sus empresarios amigos. Véase, como una pequeña muestra, esta información que publicaba EL PLURAL en 2018. El gobierno del genuflexo Clavijo, con su socio y consorte de fechorías el PP, transfería perras de la Universidad a Loro Parque. Fastuoso. Y que venga Melchior y su cuadrilla de cómplices a demandarme si quieren. Por culpa suya, ahora, "como no me dejen preñao..."

La versatilidad inquieta de María Mir-Rocafort la lleva a mantener varios blogs, que atiende según le va el ánimo. Y, como decimos en Canarias, le alabo el gusto. Esta vez, se aplica para tratar del libro Infernales, de Laura Ramos, sobre la Hermandad Brontë, en su LO QUE PASA, al hilo de una reseña en EL PAÍS. Y lo que dice María me reafirma en lo que pienso: somos lo que leemos, si lo masticamos bien. 

María Eugenia R. Palop, Laura Gómez, Elena Laporta Hernández publicn con razonada indignación, este artículo en EL DIARIO con el que denuncian que la represión del golpe de estado que es de por sí cruelmente clasista y racista, es también misógino y se ensaña con las mujeres indígenas. 

Cuando escucho, desde siempre, pero en los últimos tiempos, repetidamente, a gente cuya sensatez reconozco despotricar contra los soberanismos -despotricar, no disentir, cosa que respeto- me digo que sería bueno que se escuchara más a la otra parte. Por ejemplo, en esta ocasión, a Laura Borràs, en la entrevista, corta pero clarita, que le hizo Manuel Jabois para EL PAÍS. Y yo, Chema Tante, quiero proclamar otra vez que, por mucho que sermonee Sánchez, grazne Marlaska, aulle Calvo y sisee Celaá, en las calles catalanas estos días solamente se ven escenas de la violencia gratuita y despiadada de la policía contra personas inermes. Los medios mercenarios no han sido capaces de ofrecer una sola imagen de un civil sacudiendo a un policía, en tanto que a la inversa, los testimonios son una montaña. Luego vendrán jueces y juezas parciales a sentenciar lo que quieran, pero la verdad no se puede esconder.

LA MAREA y TAMAIMOS publican este valioso informe de Nazaret Castro, Aurora Moreno y Laura Villadiego sobre la catástrofe económica, social y ambiental que ha generado la implantación de un sistema global de producción y comercialización de alimentos  que aplica conceptos masivos.y que traslada las mercancías a miles de kilómetros. Exagerado consumo de combustibles fósiles, erradicación de grandes masas de población arrancada a su relación con el campo y oferta de producto alimentarios de baja calidad, a precios abusivos. Un desastre que será muy difícil aliviar.