Federico Aguilera Klink y yo, CVhema Tante, recomendamos este artículo

Más locura de la que ya vemos y no entendemos, dice Federico Aguilera Klink, aunque él si entiende lo que está pasando, igual que yo, Chema Tante. Lo que ocurre es que se trata de maldades de tal entidad que preferiríamos no entenderlo. Lo que cuenta Thierry Meyssan en VOLTAIRE NET y reproducen MENTE ALTERNATIVA y MUELASGAITAN es lo que venimos diciendo, desde que esta invasión vírica estallara con tanta potencia y letalidad. Yo he repetido varias veces que si esta pandemia no ha sido provocada por los grandes poderes de la oligarquía -cosa de la que tengo mis sospechas- lo que sí es seguro es que la habían previsto y que están sus estrategias para aprovechar la ocasión y establecer un nuevo orden de autoritarismo. Las medidas de confinamiento, dice Meyssan no serían necesarias si se hubieran adoptado las acciones sanitarias adecuadas, detectando y aislando los casos de contagio. Desde luego, los meses que transcurrieron desde que llegaron las primeras noticias desde China, son inexplicables. Se permitió a la gente viajar y moverse sin el menor control sanitario. Todo muy oscuro o quizá, demasiado claro.

SB-Noticias.- “El candidato de Coalición Canaria (CC) a la Presidencia del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha asegurado que apuesta por las energías renovables, si bien comentó que hasta que la tecnología permita la autosuficiencia hay que dar pasos intermedios con el gas”, opina Cándido Quintana, presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz, para quien “Esta es Canarias, la Región con más sol y viento de España y las renovables aparcadas, y el ministro Soria, por cierto Canario, es su directo responsable”.

Cambien la v por g. Aunque le fusile la broma escatológica a Castañeda, que se la escucho hoy en la SER, debo decir que a mí se me había ocurrido tambien, cuando leí la última ocurrencia del capo de relaciones laborales de la CEOE, a quien le parece extravagancia que una persona que pierde un familiar cercano, fuera de su lugar de residencia, se tome cuatro días de permiso.

Dice el esperpéntico personaje, que "ese permiso está pensado para los tiempos de las diligencias"