La educación en la España franquista hasta los años setenta, Eduardo Montagut en EL OBRERO
Eduardo Montagut en EL OBRERO trata sobre la abyecta manipulación que hizo el franquismo sobre la gente, con la educación. Y yo, Chema Tante, como víctima absoluta de ese sistema educativo, estoy en condiciones de decir algo que ya he dicho varias veces, Franco, inteligente, no era; pero listo, lo era como el hambre. Franco y la oligarquía a quien servía sabían que el más potente peligro que suponía la acción de la República era el de la renovación educativa que impulsaba. Por eso las maestras y los maestros, las y los docentes a todos los niveles, fueron el objetivo principal de la represión franquista, que asesinó, torturó, hostigó y neutralizó a esta legión abnegada de profesionales y la sustituyó por gente fanatizada o maniatada desde el poder. No es ninguna bobería, porque esos cuarenta años de marasmo educativo han producido esta sociedad alienada a la que le preocupa más las vicisitudes del Florentino futbolero que las trapisondas rapaces del Florentino empresario. Leer lo que escribió el vil Pemán para las comisiones de depuración, es al a vez deprimente y relevador. Y hay que decir que esa acción corrosiva en la educación se alivió en cierta medida en la pseudodemocracia por la entusiasta brega de profesoras y profesores en la escuela pública, pero que se ha mantienido en buena parte de la privada, por la presencia religiosas. En cuanto a la educación Superior, el asunto es complicado, porque en gran parte, los claustros han estado integrados por gente formada en la miseria franquista.