Julián Ayala selecciona y recomienda tres excelentes artículo, que aportan una buena visión del nacionalismo español. Copa ¿del Rey), Albert Pla y La anestesia democrática del nacionalismo español, Ignacio Sánchez-Cuenca en PÚBLICO; El nacionalismo español estaba ahí, Xosé M. Núñez Xeijas en CTXT CONTEXTO Y ACCIÓN. Y yo Chema Tante, aprovecho para hacer ver cómo también en el nacionalismo español, puede encontrarse, como en todos los nacionalismos, dos versiones: la de quienes pensamos que el nacionalismo es la vía a la deseable concepción internacionalista, la de quienes pensamos que todo puede hablarse en paz, para entenderse y la otra, la cerril, violenta, exclyente e intolerante, la de quienes no pueden ni quieren entender nada.
En CANARIAS 7, un interesante artículo fruto del afán documentalista y el rigor analítico de Enrique Bethencourt, sobre los nacionalismos en el estado español. Bethencourt preconiza un "Un nacionalismo moderno, acogedor, social, medioambiental, democrático, participativo, impulsor de la igualdad, europeísta, abierto al mundo, mestizo y autonomista radical." como vía de la solución a muchos de los problemas canarios.
Es por ello que el origen de la deriva independentista del PDeCAT (la antigua Convergencia) está precisamente en el uso partidista que hizo el PP del Tribunal Constitucional para tumbar el Estatuto del año 2006. Si se hubiera llegado a un acuerdo fiscal, Cataluña no estaría planteando en la actualidad la independencia.
No tenían la certeza que el PP, Ciudadanos y otros grupos neo-fascistas pudieran llenar la Plaza Urquinaona de Barcelona y se han puesto manos a la obra en todo el Estado.
Espléndido artículo de Juan García Luján en TAMAIMOS sobre el vergonzante papel que está jugando el nacionalismo oficial canario, precisamente a los ciento cincuenta años de Secundino Delgado, en relación con el levantamiento popular soberanista catalán. Y conste que digo el nacionalismo oficial, porque los heroicos partidos que mantienen en alto la bandera del soberanismo sí se han definido en favor del Procés. Dice Juan que con la lectura de las declaraciones estatutarias de CC y de NC cabría esperar de ambos partidos un apoyo a las reivindicaciones catalanas, pero al realidad es contraria. Al punto de que la propia Ana Oramas larga en los medios de manera absolutamente impropia de quien se declara nacionalista. Y remata el valsequillero su texto con la acusación a CC por el mantenimiento del honor al opresor Weyler.
Francisco Alemán Blechmit me envía la referencia a este artículo de Lidia Falcón con cuyo texto, yo, Chema Tante desde el inagotable respeto por su autora, discrepo absolutamente.
Hoy, más que nunca, resulta apropiado refrescar la memoria de los ciudadanos que vivimos en un archipiélago ubicado en el Océano Atlántico y, que, conforma parte de la Macaronesia, junto con los archipiélagos de Azores, Madeira, Salvajes y Cabo Verde; conjunto de islas más austral y occidental de Europa. Las Canarias, están ancladas al noroeste del continente Africano; también conocidas como las Afortunadas; antes de continuar la presente exposición, resultaría apropiado hacer una somera referencia histórica de dichas islas.
En España conviven el nacionalismo español y nacionalismos territoriales, estos últimos fundamentalmente en Cataluña, Euskadi, Navarra, Galicia y Canarias; y, en menor medida, en Baleares y la Comunidad Valenciana