Nueva oleada. Sanciones. Amago de crisis de Gobierno en Canarias. Turismo. Educación. Migración. La preocupante realidad de nuestros días, analizada desde la Prensa Canaria, del 4 de septiembre, por Domingo Méndez

Aníbal Marval escribe en PÚBLICO sobre ese fenómeno de la acción pública de la gente fascista, cargada de intolerancia, chulería y violencia de todo orde. Lo recomienda el coherente veterano militante socilista Antonio Aguado y yo, Chema Tante agrego que ese acostumbramiento de las sociedades del estado español al espectáculo de las bandas fachas, que no es nuevo, ue siempre parece formar parte inevitable del paisaje, es consecuencia clara de la represión franquista que ya lleva ochenta años dominando. No hay más que ver como opera la justicia.

Isaac Rosa no es el único que denuncia esta barbaridad que está ocurriendo. Estas sociedades, y muy en especiallos gobiernos del estado español demuestran una vez su absoluta irresponsabilidad. Han remitido mucho los efectos trágicos de la pandemia, pero esta pandemia no ha desaparecido. Y si esos efectos se han aliviado ha sido en grandísima manera las y los profesionales, a todos los niveles, de la sanidad pública. En los momentos már brutales de la covid-19, que parece que ya se están olvidando, fueron esas personas las que lo dieron todo, en muchas ocasiones la vida, pro sus semejantes. Pero ahora, ya se ha abierto la repugnante indiferencia. Los y las MIR, profesionales en formación, denunician las condiciones de explotación a que se les somete. La reflexión airrada justamente de Isaac Rosa en EL DIARIO la señala el coherente veterano miiltante socialista Antonio Aguado

Tita Apolo @tita_apolo recomienda esta artículo de George Monbiot, de 2016, aparecido en THE GUARDIAN y EL DIARIO y referenciado en La casa de mi tía entonces, y, otra vez, en noviembre pasado. Por aquellas fechas, como ahora, el neoliberalismo sigue siendo el culpable. Decía yo, Chema Tante que "el neoliberalismo,  en mi opinión, no es más que el fascismo de toda la vida, que se ha quitado la careta militar y nacionalista excluyente con la que se disfrazaba y se presenta ahora, como lo que es realmente: una ideología de dominación del planeta por parte de las personas ricas.  Y ahora, en 2020, con la invasión del Covid-19 se confirma que esa ideología fascista de dominación, con sus prácticas ecocidas y de desmantelamiento de las estructuras públicas, ha exacerbado el riesgo de desaparición de toda la Humanidad. Porque hay que repetirlo a todas horas, todos los días: lo que nos pasa, con  la pandemia, con el desastre climático, con la lacerante desigualdad fiscal, es culpa del neoliberalismo. Y quienes predican retornar de nuevo a las prácticas neoliberales, son reos de lesa humanidad.

Importante artículo de Jonathan Cook que señala Federico Aguilera Klink en CONSORTIUM NEWS. Importante y alarmante, porque, ojo a la boya, Cook, primero nos hace ver que este pandemonium coronavírico ha sacado al aire las vergüenzas y patrañas neoliberales, pero, después, el hombre nos avisa con tino que los poderes, cuando la gente se entere de que lo que pasa es culpa de ellos, se verán tentados por las maneras autoritarias. Hay que entender que, seguro, estos gobiernos se van a arregostar a este dominio que han asumido con las medidas. De manera que la poc democracia que tenemos va a menguar. Malos vientos se avecinan. Cuando vengan las protestas, caerán los palos. Casi nada.