No se observa muy a menudo a gente diciendo una verdad tan obvia, respecto al paro. Aquí en el estado español, las empresas hacen lo mismo con la gente parada que sus colegas hacen con los migrantes ilegales. Utilizarles como factor regulador del mercado de trabajo. En otras partes, al menos, no se ensañan tanto con las víctimas del paro. Pero en este estado de derecha, el chantaje utiliza a ambos desafortunados colectivos. El presidente de la AVT, Asociación de Víctimas del Paro, desgrana en este artículo en CONTRAINFORMACIÓN unas verdades obvias, pero que no se asumen normalmente: a las empresas felonas les interesan las colas visibles de demandantes de empleo y las no tan visibles, pero igualmente reales, de personas migrantes. Con estas personas maltratadas, las empresas pueden disponer de mano de obra sumisa y barata. Eso es lo que explica que en este estado de derecha (y en territorios como Canarias) con infamantes cifras de paro o de empleos basura, no se haya producido un levantamiento. A esto hay que llamarlo por su nombre: una estafa por hambre.

En CANARIAS 7 aparece un breve pero importante texto sobre algo que a mi me desespera. La terrible situación social de las zonas deprimidas de nuestras islas, de las que la de Jinámar es un ejemplo paradigmático. Algo que ya se ha incrustado en nuestra historia y que parece que nos hemos resignado, como si fuera inevitable. Pero no lo es. El veterano coherente militante socialista Antonio Aguado señala y comenta la publicación.

Aquí una lista de cosas que puedes hacer:

Para Laura Rodríguez, coportavoz del movimiento de izquierda, “teniendo en cuenta el paro juvenil que existe en la isla representa al menos un 15% del total de parados, y que cada vez los jóvenes que abandonan la isla para continuar sus estudios, abandonan pronto la idea de retornar a la isla una vez terminen sus estudios, por lo que es importante conseguir desde las instituciones que se creen opciones laborales que generen ese atractivo laboral para que las jóvenes tengan a su isla como una opción laboral, claramente también teniendo en cuenta a los que se quedan aquí y aun así tampoco consiguen empleo”.

Entrevista en radio San Borondón a Francisco Javier Ramos

Para el movimiento de izquierda que El Hierro se esté acercando al millar de personas desempleadas es un nuevo síntoma al que los partidos institucionalizados no hacen caso.