Francisco Morote, de Attac Canarias nos propone otra reflexión de las muchas que inspira la nueva etapa de la Revolución Francesa que están protagonizando ahora los Chalecos Amarillos. Porque como decía el propio Morote en 2017, el alzamiento popular de 1789 no ha cesado todavía, ni lo hará hasta que sus aspiraciones libertarias, igualitarias y fraternales cristalicen de verdad. La gente francesa, como nos hace ver Atilio Borón en ALAI no solamente lidera esta revolución, sino que sus acciones tienen un efecto planetario.

Enric Bonet ofrece en PÚBLICO esta didáctica crónica, apoyada en multitud de declaraciones de toda laya, para intentar esclarecer las auténticas características del tan tergiversado y malinterpretado episodio histórico del Mayo del 68 en París. El coherente veteranno militante socialista  Antonio Aguado recomienda y comenta la crónica.

En RADIO GUINIGUADA

En RADIO PIMIENTA entrevistan a cuatro activistas que participaron en la marcha de apoyo a la Revolución Kurda y por la liberación de Abdullah Öcalan. La marcha se celebró en Estrasburgo, el 17 de febrero

Nota de Chema Tante: Otra repesca de un artículo de Francisco Morote, esta vez de 2017. Es que resulta imposible no repetirse, porque -aunque no nos resignamos ni desesperamos por ello- la verdad es que la situación de los derechos humanos en el mundo no mejora. Y, en lo que respecta a este estado de derecha e que vivimos, los derechos humanos están siendo día a día máas atropellados.  

En LA RÉPLICA, Jesús M. Castillo agarra al baifo por las patas y retoma un asunto que nunca debería abandonar el centro de la atención, Y ahora, como dice el mismo Castillo, más que nunca. Está claro que este desastre a que nos ha llevado el capitalismo no se arregla con los paños calientes de las reformas. Hay que hacer la Revolución.

En traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez, PÚBLICO ofrece este notable texto de Boaventura de Sousa Santos. Un texto que recomienda Antonio Aguado Suárez y que insiste en el siempre repetido, nunca atendido asunto de la revolución pendiente. La tesis es tan vieja como obvia e incuestionable. Si la causa de tanta desigualdad, tanta injusticia, tanta corrupción y tanto robo en impunidad es este sistema, la única solución, lo que todo el  mundo debería estar reclamando es e cambio del sistema. Se llama revolución. Sin ella, no haya ni habrá democracia.