Detrás de esta palabra, que últimamente suena tanto, se esconde una terrible historia que comenzó allá por los años veinte en Alemania (como no), que por supuesto, no tiene relevancia hasta que llegan los años treinta y aquel paranoico homicida y egocéntrico de Adolfo Hitler se hace con el poder y la dirección del estado en la Alemania de la época.

"Si recordamos, obtuvieron una DECLARACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL Positiva gracias a que doña Milagros Luis Brito, por entonces viceconsejera de medio ambiente, ignoró el informe de sus propios técnicos (a los que luego se encargó de castigar enviándolos a islas menores o impidiéndoles trabajar al dejarlos sin presupuesto para papel o tinta)."

Con esta tonadilla infantil, de nuevo asistimos, no se si atónitos, atontaos o de que forma, nos cuentan los medios que un antiguo tesorero del partido en el poder, es imputado por prevaricación, un señor que según aparece en los papeles, es el dueño de esa inmensa finca en Argentina desde donde nos vende limones, pues resulta que el citado señor ya fue encausado por defraudar y estafar en sus gasolineras a los españolitos hace algunos años