Esta bonita palabra latina resume la situación de muchos españolitos, en estos tiempos que corren, miles de nosotros no dejamos de intentar hasta el hartazgo de mandar, llevar e incluso casi imponer estos condenados papelitos, bien es cierto que para aquellos que no tenemos trabajo, nuestro trabajo consiste en buscarlo.
De nuevo los andaluces estamos llamados a las urnas en apenas diez días, y como no, el resto de los españolitos a lo largo de este “magnifico” año. Evidentemente en una economía ¿pujante?, donde el paro, según nos cuentan, baja constantemente (25 % que no remite) y con un montón de gente prometiendo historias de ciencia ficción, queriendo enganchar una teta política; Vamos que no hay desperdicio.
"Este año como ustedes sabéis no puedo decir que me haya portado muy bien; No quisiera mentiros, dado que vosotros los sabéis todo o casi, (se os ha pasado el follón del yernazo y Cristina de Borbón).
Desde hace muchiiiiiiiisiiiiiiimo tiempo venimos escuchando, viendo y respirando, por activa y por pasiva, como el pueblo, la gente, el vecino, en pocas palabras: todos nosotros pobres pringaillos de a pie, no roban, nos mienten y para más INRI estos nuestros señores feudales se enriquecen a costa de exprimir mucho más nuestras miserias.
Esta palabra que en hebreo significa paz o incluso que Dios te guié, prima hermana de Salan Malicum, suena a timo cuando vemos como de nuevo el estado genocida de Israel mata, asesina y vierte de nuevo sangre sobre la yerma tierra de Palestina
Con este termino castellanizado del japonés se conoce la época feudal más dura y atrayente del Japón medieval. En aquellos tiempos la vida y la muerte dependía del Shogun o señor feudal y de sus samuráis o mercenarios que defendían sus intereses. Al igual que paso en Europa los reyes o emperadores solo eran un peder figurativo durante el feudalismo, dado que el vasallaje de los señores feudales dependían de sus propios intereses poniendo y quitando cuantas dinastías fueren necesarios.
Hace algún tiempo que escribía que seriamos clasificados y tratados como a animales camino del matadero, esto dicho así, de golpe y sin anestesia parece una barbaridad, pero es la dolorosa y cruda verdad.
Con esta forma de hablar, en Andalucía nos referimos a ese periodo de tiempo en que, en esta nuestra nación no había comida, se nos salvó de nosotros mismos con una destrucción total de la economía española mediante una guerra civil. Después de decir esto y al leer la noticia del fallecimiento, por la (supuesta) ingesta de alimentos en mal estado, de tres miembros de una misma familia en este mi pueblo, Alcalá de Guadaíra, no dejo de pensar en aquel articulo que en su momento escribí sobre la comercialización de productos caducados, que el gobierno Griego había autorizado vender en los supermercados en dicho país.
De nuevo ante el drama de la inmigración y la toma de medidas salvajes e inhumanas, escuchamos como todo un señor ministro del interior Jorge Fernández Díaz, aseguraba hace varios días que las concertinas instaladas en la vallas fronterizas de Melilla y Ceuta son elementos de seguridad que tienen un efecto disuasorio y pasivos, que provocan "erosiones leves y superficiales" a aquellos que intentan sobrepasarlas.