Recordarán que Paulino y Brígida se empeñaron en cerrar la Unidad de Cardiología Infantil en el Materno de Gran Canaria. Y que se armó tal follón, que la pareja interfecta dijo, solamente dijo, que rectificaría. Insisto, solamente dijo, porque la verdad es que armaron otro tinglado que, al final resultaba en lo mismo: los y las bebes cardiópatas deberían ser mandados a Madrid para las intervencionbes quirúrgicas. Insisto, porque es importante: en Gran Canaria se venían realizando estas operaciones con toda normalidad, por personal italiano que venía una vez al mes y cuando era urgente. Pues bien aquí tenemos la prueba de cuánta razón teníamos quienes condenamos en su día aquella malhadada decisión y la mendaz rectificación. Una niña ha fallecido en Tenerife, esperando que la llevaran a Madrid.