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viernes, 03 de mayo de 2024 09:54h.
vueltas
Firmas

A vueltas con la justicia - por Estanislao Batista

Estoy estos días en el límite de mi capacidad de asombro frente a los hechos que ocurren una jornada si, y otra también. Antes era una noticia y a los cuatro días aparecía otra, ahora es todos los días; y dos noticias por la mañana y tres por la tarde.

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Por más vueltas que se le dé, sólo hay una solución - por Isidro Santana León

¿Qué frena nuestro desarrollo? ¿qué nos impide ser uno de los pueblos con la mayor renta per cápita del mundo? ¿qué nos imposibilita tener una educación de nivel y un sistema de enseñanza acorde con nuestras singularidades? ¿qué nos priva de tener una sanidad pública y de calidad? ¿qué nos niega tener una industria derivada de nuestras potencialidades y una inversión público-privada en I+D+I que nos posibilite competir en el mercado igual, y hasta mejor, que muchas potencias económicas? ¿qué se opone a que articulemos nuestros sectores productivos de autoabastecimiento y exportación: primario, secundario, terciario (agricultura, ganadería, pesca, minería; industria, astilleros navales, construcción; turismo, comercio, ocio) dentro de una eficaz diversificación, organización y respeto por el medio ambiente? ¿quién nos prohíbe que los sectores estratégicos (energía, comunicaciones…) esté en manos nacional y pública canarias? ¿qué se opone a que Canarias se relacione directamente con otros países, inclusive con los vecinos de nuestro continente, para entablar relaciones comerciales? ¡La dominación española!, de ahí la imperiosa necesidad de la soberanía nacional de Canarias.
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A vueltas con las Bibliotecas del Estado (o el estado de las bibliotecas) - por Nicolás Guerra Aguiar


Que las Bibliotecas Públicas del Estado (Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria)  se vean obligadas a cerrar los domingos por cuestiones presupuestarias me parece incluso hasta procedente. Porque ese día fue el instituido para el reposo desde los principios de la creación, tal aprendí en mi candorosa infancia: «Y al séptimo, descansó». Y como es día para familia, obligaciones patrias y deberes espirituales, deben cerrar tales espacios físicos en los que se almacenan libros llenos de ideas, las más de las veces perniciosas por sus coherencias razonadas, desestabilizadoras.