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jueves, 25 de abril de 2024 23:47h.

chantaje: encarcelar a toda la familia si no se callaban de una vez

Carta a Albares - Silencio por nada - Mohamed Lamine Haddi Recibidos Luis Portillo Pasqual del R.

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Excmo. Sr. ministro de Asuntos Exteriores,

Unión Europea y Cooperación

Plaza de la Provincia

28012 - Madrid

 

Madrid, 24 de octubre de 2022


 

Asunto: Silencio por nada – Mohamed Lamine Haddi

 

Excmo. Sr. ministro,

El preso político Mohamed Lamine Haddi, condenado a 25 años de prisión, de los cuales ha cumplido 12, lleva en aislamiento desde el 16 de septiembre de 2017. ¿Cómo se puede sobrevivir a cinco años de aislamiento? Se entiende que lo intentase todo por salir de esa locura, que protagonizase -entre otras anteriores- dos huelgas de hambre suicidas de 69 y 63 días en un mismo año, 2021.

La madre hizo todo lo humanamente posible por denunciar las atrocidades que los carceleros estaban haciendo con su hijo: aislamiento, incomunicación, torturas, humillaciones, confiscaciones de libros y dinero… 

La madre de Haddi
La madre de Haddi

Hasta que la madre dejó de hablar. Ya no se sabía nada de Haddi. Eso hacía suponer que la cosa estaba tranquila.

Pues no. La familia de Haddi había sido objeto de un chantaje: encarcelar a toda la familia si no se callaban de una vez. Y se callaron. Las fuerzas de ocupación empezaron con el hermano, Ahmed Haddi, de 18 años. Le tuvieron 23 días en la cárcel, y ahora tiene que presentarse regularmente una vez al mes para que no se le olvide la amenaza.

A cambio de ese silencio, Ahmed sería liberado y Mohamed Lamine cambiaría de cárcel y mejorarían sus condiciones de presidio. 

Marruecos no ha cumplido su promesa. Mohamed Lamine Haddi sigue padeciendo en condiciones infrahumanas y siente que su estado de salud es alarmantemente grave. No es de extrañar que le pasen factura las torturas, las huelgas de hambre y la nula asistencia médica.

Así lo manifiesta él en alguna de las escasas y cortas llamadas telefónicas a su familia. Ve mal; puntos negros bloquean la visión y le duelen los ojos. Tiene enfermedades crónicas del estómago, el riñón, el oído, asma, hipersensibilidad, incontinencia urinaria. Vomita constantemente. No duerme. También a él le han introducido la temida inyección de contenido desconocido. Sigue en aislamiento. Recibió la última visita el 30 de agosto. 

Ya ni el derecho a la palabra le ha quedado a esa familia. No pueden ni soltar su rabia ni clamar justicia. Y la situación de Haddi no ha cambiado. 

Haddi
Haddi

Le pedimos que intervenga con urgencia para acabar con esta historia de crueldad, mentiras y chantaje, y que el Gobierno sea consecuente con el principio que proclama: que España es un país profundamente comprometido con los Derechos Humanos, cuya protección y promoción constituye un eje prioritario de su política exterior. Defienda el bienestar de los habitantes del Sahara Occidental ocupado. España está obligada a ello como potencia administradora de iure que es, según establece el artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas.

Cristina Martínez Benítez de Lugo

Movimiento por los Presos Políticos Saharauis

PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS
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MANCHETA AGOSTO 22