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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

¿Gran Marruecos? No, gracias - Movimiento de Solidaridad por la Autodeterminación del Sahara

 

 

FR G M

¿Gran Marruecos? No, gracias, fumo Krüger - Movimiento de Solidaridad por la Autodeterminación del Sahara

La última traición, por ahora, de PedroSánchez-PSOE contra el pueblo saharaui no solo es una canallada contra nuestro pueblo hermano sino que es, también, una traición directamente contra el pueblo canario. Madrid nos vende, al pueblo saharaui y al pueblo canario.

Apoyar la integración del territorio de la República Árabe Saharaui Democrática en la soberanía marroquí es apoyar la constitución del Gran Marruecos, que es un objetivo político estratégico de la sanguinaria monarquía alauita.

Que eso lo haga el Presidente del Gobierno de este país tiene una gravedad añadida muy significativa, pues representa a la metrópolis colonial de ayer, que hoy es de iure la potencia administradora de ese Territorio No Autónomo. Esto es así aunque esa realidad a P. Sánchez no le guste y trate de ignorarla.

Marruecos nunca ha ocultado su intención de apropiarse de los territorios situados al sur de su país, no solo los del Sáhara Occidental sino también los de la actual Mauritania. Para ello argumentan factores históricos, que incluso incluyen pretensiones sobre parte de los territorios de Argelia. Informes elaborados por la misma ONU niegan esos supuestos factores históricos.

Obviamente en la cuestión de Argelia nada tiene que hacer Mohamed VI, eso se quedará tal como está hoy.

No es así el caso de Mauritania, un país de enorme debilidad que tendrá muy difícil defenderse ante las presiones que Marruecos pondría en práctica cuando considerara llegado el momento de dar ese salto expansionista.

El cambio de chaqueta de P. Sánchez rema a favor del expansionismo marroquí hacia el sur, como un primer paso práctico para la construcción del Gran Marruecos. Mohamed VI está muy agradecido por la traición de P. Sánchez, él que de traiciones y deslealtades sabe mucho.

Para esa operación estratégica de Marruecos es decisivo el apoyo yanki, que tiene sus intereses propios en la reconfiguración del área geopolítica norteafricana. Y que en este caso y con el mismo fin, también, se coordina con la entidad sionista de Israel. Así nos encontramos con la tríada que juega en este tablero: imperialismo yanki, sionismo internacional, dictadura alauita. El Estado Español, desde el mismo ascenso del comisionista Juan Carlos a la jefatura del Estado, no ha tenido la más mínima intención de aplicar una política de defensa de la soberanía nacional en esta cuestión, sus aspiraciones parecen limitarse tan solo a ser el felpudo del amo yanki.

¿Qué significa el Gran Marruecos?

Esa estrategia expansionista marroquí hacia el Sáhara Occidental y Mauritania, de materializarse, llevaría a la siguiente situación:

· Un país cuya superficie llegaría a tener una extensión de dos millones de kilómetros cuadrados. Téngase en cuenta que la superficie de España apenas pasa de los quinientos mil kilómetros cuadrados, y que la UE en su conjunto tiene algo más de cuatro millones de kilómetros cuadrados. Un país territorialmente gigante.

· Un país con más de cinco mil kilómetros de litoral costero, que ocupa el flanco sur del Estrecho de Gibraltar (acceso al Mediterráneo), y todo el límite noroccidental del continente africano, frente a España y, particularmente, frente a Canarias. Con esta situación el tránsito a toda la zona interior, desde el Atlántico hacia el Sahel, tendría que pasar por este Gran Marruecos.

· En las políticas migratorias el Gran Marruecos controlaría toda la salida de África hacia el Estrecho y Canarias. Si hoy se utiliza la situación tal como está para ejercer una sostenida estrategia de chantajes, en esa hipotética situación la ventaja chantajista se multiplicaría varias veces.

· España, y también la UE, tendrían que competir con el control yanki y sionista de este litoral continental africano, que en la actual recomposición de bloques geopolíticos debilitaría de forma manifiesta sus capacidades de defensa de los intereses propios.

· En el caso de España, y especialmente de Canarias, este Gran Marruecos supondría el control de una vasta extensión de aguas territoriales en el Atlántico. La delimitación de las aguas canarias se haría en una situación de desventaja extrema. Esto ya se puso de manifiesto inmediatamente después del cambio de chaqueta de P. Sánchez pues, en los primeros contactos que ya se están dando entre España y Marruecos para la delimitación de las aguas, ya de facto España reconoce la titularidad marroquí de las aguas saharauis.

· Este tema de la aguas, además de esa posición de desventaja creada por P. Sánchez en la negociación, afecta a la titularidad de los posibles yacimientos marinos de tierras raras y otros metales especiales en los fondos marinos próximos a las Islas Canarias. La discusión sobre el monte Tropic, al sur de El Hierro, queda gravemente hipotecada por la actual política entreguista del Gobierno estatal, y también del Gobierno canario. La gran importancia de esos yacimientos, que diversos estudios avalan a día de hoy, incide de forma especial en las ambiciones de la posición marroquí, junto a sus aliados yankis y sionistas, que buscan hacerse con el control estos recursos por cualquier medio.

· Desde el punto de vista militar las consecuencias, tanto para la España peninsular como para Canarias en particular, no pueden ser más negativas. Las maniobras militares de EE UU con Marruecos, y otros países, se vienen desarrollando desde hace años, como es el caso de las African Lion, en las que España también ha sido parte anteriormente. Marruecos es un aliado de la OTAN y, en condiciones futuras, un más que posible miembro de la misma, cuando los intereses internacionales así lo sitúen. En ese probable futurible el control militar de su territorio deja, a España peninsular y especialmente a Canarias, en una situación de clara desventaja, Canarias completamente embolsada dentro del área de control militar marroquí. Por el extremo sur ya Marruecos está haciendo propaganda de la instalación de una base militar en Dajla (Sáhara Occidental) y por el norte amaga con la disputa a España de las instalaciones militares yankis en Andalucía.

· Desde el punto de vista económico las peores consecuencias serían para Canarias. Pues cambiamos tres interlocutores próximos, con enfoques diversos, por un solo y gran interlocutor que tendría una clara ventaja a la hora de establecer cualquier convenio imponiendo sus condiciones desde una posición de fuerza.

Con las graves consecuencias que se derivan del apoyo a la estrategia del Gran Marruecos, lo que se pone de manifiesto es que España no tiene una política internacional de defensa de los intereses de su soberanía nacional. Su posición es de total entrega sumisa a las estrategias del imperialismo yanki en la zona, se supone que a cambio de compensaciones en otras materias. Otra de las consecuencias de esta línea de actuación política es que conduce a un mayor alejamiento con respecto a Argelia, que ya se manifiesta en la actual congelación de las relaciones entre ambos países, con especiales afectaciones energéticas y en las relaciones económicas generales entre ambos países.  

Una línea entreguista en política internacional no conduce más que al progresivo debilitamiento del papel internacional de España, y que se le considere un país sumiso e incapaz de defender los intereses propios. ¿Qué gana España como país con esta línea de actuación política? Tajantemente, y especialmente en lo que afecta a Islas Canarias, la respuesta es: absolutamente nada. En todo se pierde, y de forma muy grave.

A Canarias, y a España, lo que les interesa es que en el litoral continental cercano a las islas se consoliden tres países: Marruecos, la RASD y Mauritania. En esas condiciones el pueblo canario se siente más seguro, mejor defendido y con unas relaciones más equilibradas. Y España, igualmente, tiene un mayor margen de maniobra para defender sus intereses en la zona, recuperando, además, unas buenas relaciones con Argelia.

Toda esta cuestión tiene, inevitablemente, un marcado carácter de clase. La burguesía canaria, dependiente y comisionista, no tendría grandes problemas con un Gran Marruecos, sus miembros avanzan hoy en una incipiente exportación de capitales a partir de la pella de la RIC, y es precisamente su carácter comisionista la que le lleva a trapichear no importa con quien, y por eso tienen una incapacidad absoluta para defender posiciones propias. Pero para el pueblo canario la cuestión es muy diferente, la defensa de un proyecto político para el futuro para Canarias basado en la justicia social, la defensa de nuestro territorio, la desmilitarización, la autodeterminación y el socialismo, tiene que empezar por la defensa diaria de nuestra soberanía y por el establecimiento de unas relaciones internacionales ventajosas para ese proyecto. El Estatuto de Neutralidad, las buenas relaciones de vecindad sobre la base del respeto mutuo, la definición de un sistema económico propio decidido por la clase obrera y los sectores populares, la transformación del actual REF hacia un sistema de ventajas fiscales para la economías familiares, etc., constituyen ejes principales que no son compatibles con la conformación de un Gran Marruecos como potencia imperialista en la zona, apadrinada por los yankis y el sionismo internacional, y con la constante renuncia del gobierno central.

En las islas, tiempo atrás se fumaba un tabaco fuerte, el Krüger, que lo producía el fascista Eufemiano Fuentes en fábrica de La Favorita. Fue muy popular entonces, hoy menos, y su publicidad se condensaba en una frase que se hizo muy conocida “No, gracias, fumo Krüger”. Un lema, hábilmente elegido por los publicistas, en el que se condensaba la negativa a aceptar algo nuevo y engañoso cuando ya en Canarias teníamos otra cosa que era manifiestamente mejor. La cita se convirtió en una fórmula ampliamente socializada para decir que no a quien pretendía vendernos la moto con cualquier novelería.

Por eso, a las pretensiones de P. Sánchez hoy -mañana a las de cualquier otro Presidente de ese estado burgués, aunque hoy critican la actuación de P. Sánchez-, la respuesta que le damos desde el pueblo canario la tenemos clara. ¿Gran Marruecos? No, gracias, fumo Krüger.

Movimiento de Solidaridad por la Autodeterminación del Sahara

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