REIVINDICACIONES BÁSICAS

• Las pensiones deben estar recogidas en la Constitución como un derecho y su financiación debe correr a cargo de los presupuestos generales del Estado, y no estar condicionada a las cotizaciones de la Seguridad Social. Éstas deben mantenerse para enjugar los déficits y restaurar el Fondo de Reserva, que han saqueado los gobiernos del PP.
• Derogación de las reformas de 2011 y 2013, con el restablecimiento de la jubilación ordinaria a los 65 años y del periodo de cómputo anterior.
• Jubilación anticipada y sin penalizar con 40 o más años cotizados.
• Garantía constitucional de que las prestaciones suban siempre según el IPC real, con la  recuperación por los pensionistas de lo que han perdido desde el año 2.011 hasta ahora.
• Derogación del llamado factor de sostenibilidad de las pensiones, que debía entrar en funcionamiento el año próximo y se ha aplazado hasta el 2023.
• Subida de las pensiones mínimas no contributivas y de viudedad hasta el salario mínimo interprofesional, como primer paso para una prestación mínima de 1.080 euros, como establece la Carta Social Europea.
• Cierre de la brecha de género en los salarios y en las pensiones de las mujeres.
• Eliminación del copago farmacéutico y restablecimiento de los derechos sanitarios.
• Recuperación del subsidio a los parados y paradas mayores de 52 años.
• Pleno funcionamiento de la Ley de Dependencia, con garantía de suministros básicos para una vida digna (alimentación, energía, agua, transporte, etc.).
• Derogación de las reformas laborales, que han precarizado el trabajo, disminuido los salarios y vulnerado los derechos sindicales, que deben ser recuperados plenamente, especialmente los convenios colectivos.
• Presencia de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones en los foros de debate y negociación sobre el futuro de éstas, como garantía de que nuestras reivindicaciones sean tenidas en cuenta.

Los detentadores del poder (el gobierno y los consorcios financieros a los que obedece)  decían que la culpa de los recortes era de la crisis y que no había dinero para las pensiones. Pero las movilizaciones de estos meses les han obligado a ceder y a hacer concesiones que, aunque claramente insuficientes, dan la razón a nuestras exigencias y nuestra lucha.

Lo primero que se ha demostrado es que lo que falta en este país no es el dinero, sino  la voluntad política para usarlo a favor de los sectores más necesitados. Lo segundo, es que las conquistas sociales son el resultado de luchas populares, que deben  mantenerse en el tiempo para defenderlas y consolidarlas. Por eso no hay que volver a casa. Todo lo contrario, hay que seguir presionando en las calles, con más intensidad incluso que hasta ahora.

¡NOS VEMOS EL 26 EN LA LAGUNA Y EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA!

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