El jubilado que desafió a la banca exige la ley del defensor del usuario financiero para no depender de la “buena voluntad” del sector, Miguel Giménez, EL DIARIO COMUNITAT VALENCIANA / ¡Por una banca publica!, comenta Antonio Aguado
Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista, señala y comenta el texto Miguel Giménez, EL DIARIO COMUNITAT VALENCIANA, sobre Carlos San Juan, el campèón de la lucha contra los abusos de la banca privada
¡Por una banca publica!, comenta Antonio Aguado
No se trata de estatalizar o crear un Estado bolchevique, llevando el tema a como se suele popularmente expresar: “muerto el perro (banca privada) se acabó la rabia”, las arbitrariedades y el mal trato al que por esta somos sometidos, lo que hace más evidente la necesidad de dotarnos de una tan deseada banca publica. Ambas podrían coexistir y quienes opten por la privada están en todo su derecho, pero con la experiencia tan desagradable que tenemos de la misma, lo más probable es que, la gran mayoría de la ciudadanía elegiríamos la publica.
El actual Gobierno de “izquierda y progresista”, tuvo la oportunidad de reconvertir Bankia en un banco estatal, sin embargo, dejo perder esa oportunidad permitiendo su absorción por la Caixa. Con medidas como esta, ha posibilitado la creación de un gran oligopolio, mediante el que la banca privada ha venido haciendo y deshaciendo según sus conveniencias, además sin prácticamente ninguna oposición, se dedicaron a cerrar gran parte de sus sucursales y a despedir a 117.000 de sus empleados, restringiendo muchos de los servicios que prestaban a sus clientes.
Es público y notorio, las grandes ganancias en miles de millones que, acumulan incluso en épocas de crisis los bancos privados. Ademas, el impuesto que ostentosamente el Gobierno pretende imponerles con arreglo a sus ganancias, ¿no repercutirá en sus clientes?. Como se sabe, “tienen la sartén por el mango”. ¿Y quien les impide que incremente comisiones y otros gravámenes a sus clientes?.
Es indignante que esto haya ocurrido y ademas con total impunidad. como comprobar el papel jugado por Unidas Podemos que, formando parte del Gobierno, no hizo nada para evitarlo y prácticamente “miro para otro lado”. No cabe la menor duda de que, si se hubiera creado una banca pública, con toda seguridad la mayoría de la población se lo hubiéramos reconocido y apreciado al Gobierno. Mucho más en caso de acompañarse con una empresa energética pública, que nos evite los abusos y extorsiones de las empresas privadas en un servicio tan necesario y esencial como es el energético.
Antonio Aguado Suárez
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