El significado de Epstein

Craig Murray

Lo fascinante de lo que las redes sociales llaman la “lista de clientes” de Epstein es que ninguna de las personas que figuran en ella parece ser un cliente. No he visto a nadie decir “conocí a Epstein porque él administraba mis fondos”. Tampoco parece haber ninguna acusación de que la gente le pagara por sus servicios.

Entonces, ¿qué estaba pasando?

A menudo caemos en la trampa de intentar proporcionar una descripción de lo que realmente sucedió y luego defender cada laguna, cuando lo único que tenemos que hacer es señalar cuán completamente loca es en realidad la historia oficial. La teoría de conspiración más loca y extrema de la saga Skripal es la historia oficial . No sé exactamente qué estaba pasando, pero sé que no fue eso.

Lo mismo ocurre con Epstein. Se le describe como un “financiero”, pero ¿qué financió? ¿Cuál fue la fuente de su riqueza?

Los activos de Epstein valían unos 600 millones de dólares. Incluían no una sino dos islas caribeñas separadas y las importantes propiedades construidas en ellas. Incluían mansiones muy reales en Nueva York y Palm Springs.

Pero no hay que mirar sólo el capital que acumuló: lo hizo gastando también a un ritmo colosal, con un estilo de vida más propio de un multimillonario que de un millonario. Tenía un personal ejecutivo muy importante y sus residencias contaban con personal completo. Tenía guardaespaldas. Dirigía un jet privado. Trataba generosamente a sus amigos con hospitalidad y regalos, y mantenía esclavas sexuales. ¿Cómo llegó todo este dinero a raudales?

Si nos fijamos en otras figuras similares, como el muy entretenido Allen Stanford o el Bernie Madoff, de mayor escala, se puede ver de dónde entró el dinero. Hay un banco o una casa de inversiones situada en edificios físicos, con personal real y muchas computadoras. Hay inversores realmente agraviados. ¿Quiénes son los inversores de Epstein?

La respuesta estándar parece ser Leslie Wexner de Victoria's Secret, cuyas finanzas Epstein administró en un momento y quien, según se informa, una vez le entregó a Epstein un poder notarial limitado. Pero a menos que Epstein le robara a Wexner el 10% de su patrimonio neto, eso no explica el mágico acceso a la riqueza de Epstein. No fue hasta 2019, 32 años después de que Epstein comenzara a administrar fondos para Wexner y 11 años después de que dejó de hacerlo, Wexner hizo alguna afirmación de que Epstein había robado fondos, y luego parece más un movimiento de distanciamiento que una acusación seria. También vale la pena señalar que Wexner vendió a Epstein la mansión de Nueva York, no la regaló como he visto reportado falsamente.

Una tarifa típica de gestión patrimonial es del 1%, generalmente sustancialmente menor cuando las sumas administradas para una cuenta individual son muy grandes. Si evaluamos los costos anuales del personal y el lujoso estilo de vida de Epstein en alrededor de 20.000.000 de dólares (lo cual es muy conservador), Epstein habría necesitado administrar miles de millones de dólares sólo para seguir adelante, y mucho menos acumular su propio capital sustancial.

Simplemente no hay evidencia de que Epstein tuviera una empresa que administrara ese tipo de fondos. ¿Dónde está la empresa? ¿Dónde están los registros? ¿Quiénes son los clientes?

En el caso Assange, sabemos que la CIA recurrió al multimillonario del juego Sheldon Adelson para organizar y financiar el espionaje a Julian en la Embajada a través de UC Global, una muy dudosa empresa de seguridad con sede en España que también estuvo involucrada en actividades ilegales en América del Sur durante la CIA (que actualmente tienen prohibido divulgar legalmente).

Los servicios de seguridad operan a través del mundo de empresarios turbios. Esto no es una conjetura: es un simple hecho .

Que Epstein fuera capaz, simplemente mediante un generoso gasto en hospitalidad, de tentar a muchos de su “lista de clientes” a disfrutar de su hospitalidad no es sorprendente. Parece indiscutible que la oferta incluía sexo con chicas especialmente jóvenes. Obviamente, esto aumentaría la influencia de Epstein sobre quienes aceptaron el sexo. Creo que es un error considerar esto como una estafa de chantaje; es algo más sutil que eso: un vínculo compartido de complicidad, con un escalofrío subyacente de peligro.

El riesgo de exposición en tal relación es, por supuesto, mutuo. No es necesario discutirlo. Si lo que Epstein estaba haciendo fuera tan poco sutil como un chantaje hablado, lo habrían matado mucho antes, teniendo en cuenta algunos de los involucrados. Aquellos que amenazaron seriamente la reputación de los Clinton, por ejemplo, han sido extraordinariamente propensos a sufrir accidentes y suicidios.

Me parece completamente probable que los servicios de seguridad tanto de Israel como de Estados Unidos ayudaran a financiar esta actividad, y es una explicación muy simple del gasto que va mucho más allá de la aparente fuente de ingresos. Epstein parece haber sido un excelente “agente de influencia”, que bien vale la pena a los ojos de estos estados.

Aquí hay una pregunta muy simple. ¿Cuántas de esas poderosas figuras de las listas de Epstein han intentado alguna vez ejercer alguna influencia para aliviar la trágica situación de los palestinos o han actuado contra los intereses de Israel?

A veces, la mayor comprensión proviene de las preguntas más simples.

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* Gracias a Craig Murray y a la colaboración de Federico Aguilera Klink. Publicado originalmente en la web del autor

https://www.craigmurray.org.uk/archives/2024/01/the-meaning-of-epstein/