Y Canarias, también, comenta Chema Tante

La querida gente que sigue La casa de mi tía por todo el mundo tendrá que disculparme que, otra vez, yo denuncie que quienes dirigen empresas y gobiernos en Canarias piensan que lo que hacemos en estas ocho pateras perdidas en el Atlántico no tiene consecuencias para el Planeta. 

Pero sí la tiene. Cuando unas islas con dos millones de habitantes, alejadas de la civilización, reciben 17 millones de turistas -ahora no, pero nos ha estado pasando y quieren que vuelva a pasar- eso es una catástrofe ambiental brutal. Esa actividad contribuye al calentamiento global. Y sin necesidad ninguna, porque Canarias tiene muchas actividades económicas potenciales que no aprovecha.

No me canso de decirlo. 17 millones de turistas son 34 millones de largos vuelo contaminantes. Significa que hay que alimentarlos y atenderlos con productos importados. Es decir, mercancías que se transportan, en frío o congelación, miles de millas, con un notable consumo de combustibles fósiles. Además, para que esa importación sea rentable por volumen, se destroza el sector primario local, degradando el territorio y calentando más el planeta. Hay que duchar, evacuar los excrementos, lavar utensilio y ropa de esos 17 millones de cuerpos, llenarles las piscinas, regar los jardines, un derroche tremendo de un agua que no existe, que hay que desalar con más consumo de energía fósil. Como la estrategia de posicionamiento del destino es una imbecilidad, traen al turismo a un territorio de sol, pero lo sumen en discotecas y garitos nocturnos, con más derroche de energía. Una autentica orgía que ni siquiera con renovables se puede cubrir. Además, toda esa multitud hay que alojarla y, aunque empresarios y gobernantes no lo entiendan, tal saturación de construcciones también contribuye al calentamiento.

Hace un año que empezó la plaga bíblica coronavírica. Y entonces ya yo repetí que había que aprovechar la oportunidad para reconvertir la actividad económica. Y me respondieron que eso" no podía hacerse de un día para otro" (Ricardo Fernández de la Puente) y que "no se podían sacar de una chistera 200.000 puestos de trabajo" (Miguel Ángel Pulido). Ha pasado un año. la pandemia no remite ni remitirá a medio plazo. Siguen sin reaccionar. Han botado miles de millones en mantener una actividad muerta y que contribuye al calentamiento global, como es el turismo masivo. Y en su ceguera altanera, piensan seguir en el error.

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El informe evalúa cómo los países se están preparando para enfrentar el calentamiento global y advierte que la cuarta parte de las naciones del mundo no tienen ningún plan de adaptación para la nueva realidad.

Informe sobre la Brecha de Adaptación 2020

La entrevista de Martíns a Andersen

https://www.bbc.com/mundo/noticias-55815999