Agosto sangriento, hoy y hace 450 años. Ucrania y la Matanza de San Bartolomé. Religión y tolerancia - por Emilio Díaz Miranda 

El mundo ha cambiado mucho desde agosto de 1572. Cambió con la Revolución Francesa, con la Ilustración y la revolución industrial, con la Revolución Soviética y las Guerras Mundiales. Ha cambiado mucho pero no se ha cumplido el deseo del utópico canto de La Internacional. El mundo no ha cambiado de base. Siguen la explotación económica y las nuevas formas de neocolonialismo. Siguen las guerras. El mundo no cambió de base.

Yo no soy supersticioso ni miro el horóscopo. Pero me siento obligado a mirar si hay alguna fatal coincidencia astral que haga coincidir la matanza francesa de protestantes con la Guerra actual en Ucrania.

Según el horóscopo del miércoles 24 de agosto de 2022, las energías para el 24 deberían ser extraordinarias porque Marte había de hacer unas configuraciones con el Sol y la Luna. La afirmación del día era: "Estoy despierto y centrado, doy en el blanco". Esto en tiempos bélicos es interesante: ¿dar en el blanco?. Y el 24 se celebra el día de San Bartolomé a quien se le pide alejar energías malignas.

En vísperas de la Revolución Francesa y derrocamiento de la Monarquía Católica y Apostólica de los Borbones franceses, Voltaire solía decir que cada noche de 24 de Agosto, en el aniversario de la Noche de San Bartolomé, le subía la fiebre. Veía en aquel cristianismo vaticano-borbónico una religión del horror, de la sangre, de la guerra. Por eso su batalla no era sólo filosófica en el mundo de las ideas, sino también política.

 

Voltaire gran escritor escribió un “Tratado de la tolerancia” que publicó en 1763 y fue adversario del fanatismo y de la intolerancia. Se puede decir que defendió la tolerancia por encima de todo. Son célebres sus palabras: “No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”, palabras que entienden a la tolerancia hermanada con la libertad de expresión.

¿Era la religión ajena a la matanza de la Noche de San Bartolomé?

Según la Enciclopedia Católica resulta que: “La religion fue ajena a la Matanza“ y la califican de “execrable asesinato“.

Afirman- hoy -en las actuales circunstancias, que: lo cierto es que la Religión está completamente exenta de responsabilidad en este hecho. Fue el rey quien justificó el degüello de los hugonotes diciendo el día inmediato al Parlamento, que ese hecho de sangre obedecía al designio de ahogar una conjuración tramada contra la vida del rey y de su familia, que sólo pudo evitarse con la matanza de los conjurados.      

Como los mismos informes fueron suministrados a la corte papal de Roma por el embajador francés, Gregorio XIII ordenó la celebración en Roma de una fiesta de acción de gracias, por haber salido ilesa la real familia y por la conservación de la religión católica en Francia. Ni una simple oración por las almas de los cristianos (protestantes) asesinados entre los que se encontraban mujeres y niños.

Según la actual justificación católica de la No-Intervención del Vaticano, el malvado Voltaire escribía con “patente la mala fe“. 

Que los escribas de la Sede Vaticana quieran- hoy- borrar la participación del Papa en tan horrible y “poco cristiana“ masacre es lógico, pero no está acorde a la verdad de los hechos. Lo prueban los nombramientos y elevación a las más altas jerarquías eclesiasticas de los aristócratas católicos participantes en la masacre. También el medallón papal conmemorando la derrota de los hugonotes.

 

 Aquella matanza general se llevó a cabo en la noche del 23 al 24 de agosto, fiesta de San Bartolomé, de donde tomó el nombre. Semejantes asesinatos siguieron teniendo lugar desde el 25 de agosto hasta el 30 de octubre en otras ciudades del reino, ya sea por instigación de Catalina, como aseguran los doctos católicos actuales, o bien por seguir el ejemplo(?) de París, pero sin duda a instigación de los curas locales que sentían amenazada su hegemonía. 

Según la Enciclopedia Católica: Para incrementar su poder, la reina madre, Catalina de Médici enfrentó a la facción católica francesa, liderada por la Casa de Guisa, con la facción de los hugonotes, liderada por la Casa de Condé. Como se ve el Poder estaba ligado a la Religión

Celosa del creciente poder del líder hugonote Gaspard de Coligny, consejero de su hijo, el rey Carlos IX, Catalina ordenó su asesinato.

Catalina fue una mujer que cultivó con gran pasión las ciencias ocultas, principalmente la Astrología y el Esoterismo. Eso era cosa común a las familias aristocráticas del Renacimiento italiano y, por tanto, de los circulos de Poder en el Vaticano, impulsados por la pretensión de leer en tales pseudo-ciencias sus propios Destinos.

El 24 de Agosto en la Ucrania en Guerra

Este 24 de Agosto se cumplió el Aniversario de la actual Independencia de la República de Ucrania. Y el Presidente Zelensky ha insistido en querer asumir la “soberanía sobre Crimea“ anexionada desde el 2014 a la Federación Rusa de Putin. Y proclama desde una impotente potencia que quiere restaurar la soberabia ucraniana en Crimea para “restablecer el orden mundial“.

Por estas mismas fechas Antonio Guterres, Secretario General de la  ONU, habla en un tono nada bélico y nada triunfalista, diciendo que: “las consecuencias de esta "guerra sin sentido“ van más allá de Ucrania", seis meses después de que Rusia interviniera. "Hoy se cumple un triste y trágico hito, seis meses desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero", dijo.         

En particular, reiteró su "profunda preocupación" por las actividades militares en torno a la central nuclear de Zaporizhia. "Cualquier escalada adicional de la situación podría conducir a la autodestrucción", insistió.

Guterres tacha de "suicidas" los ataques sobre la planta nuclear de Zaporizhia en Ucrania FRANCE 24

A su regreso de un viaje a Ucrania y Turquía que se centró en las exportaciones de grano de Ucrania, que se han reanudado gracias a un acuerdo internacional firmado en julio, el Secretario General también habló de la continua amenaza a la seguridad alimentaria mundial. "En 2022, hay suficientes alimentos en el mundo; el problema es su distribución irregular. Pero si no estabilizamos el mercado de los fertilizantes en 2022, no habrá suficientes alimentos en 2023", advirtió.

Zelensky, que dice ser judÍo, es presidente de un país cuya religión mayoritaria es ortodoxa y con una gran cantidad Greco-católica en conflicto.

En una revista que sólo sale en Internet escriben unos anónimos oponentes a Zelensky: “Esto es algo que no vas a escuchar en los medios de comunicación convencionales. Lo que sí vas a escuchar es a los belicistas argumentando que debemos proteger a Ucrania porque es una ‘democracia’, pero están mintiendo. Ucrania no es en realidad una democracia. Por ejemplo, para mantenerse en el poder, el presidente de Ucrania cerró las tres cadenas de televisión que lo criticaban abiertamente a él y a sus políticas, encarceló al jefe del partido político de la oposición que había quedado en segundo lugar en sus elecciones, y fue a detener y encarcelar a los dirigentes de ese partido. Esto es exactamente de lo que se le acusa a Putin de hacer, pero Ucrania hizo todo esto con el apoyo de los Estados Unidos”.

Zelensky advirtió antes del possible ataque ruso a Kiev el Día de la Independencia puesto que había “adornado“ la capital ucraniana con los tanques y armamentos destruidos de los rusos.

Pero al mismo tiempo que el se presentaba con un Johnson celebrando la Guerra, prohibía que hubiera agrupamientos en Kiev este 24 para evitar victimas. Aquí se equivocó el infallible Zelensky, Putin no ordenó ningún acto punitivo contra Kiev este 24 de Agosto.

Los agnosticos apolíticos dirán: Aquí se enfrentan directa e indirectamente dos “religiones“ imperiales: la occidentalista y la oriental.

EL PAPA CONTRA EL MATRIMONIO Y LA PAZ.   

La PAZ de SAINT-GERMAIN, que puso fin a la tercera guerra de religión entre católicos y protestantes, resultó ser muy débil e insegura, pues los católicos más intransigentes no aceptaron varios de sus términos, como la pertenencia (para ellos “infiltración subversiva“) del partido protestante en la corte y la administración. Tanto la reina madre Catalina de Médici como su hijo Carlos IX —que estaban dispuestos a realizar concesiones  para que no recomenzara la guerra y sabían de las dificultades financieras del reino— defendieron los términos de la paz y permitieron que Gaspard de Coligny, cabeza de los protestantes, formara parte del consejo real.

Para consolidar la paz entre los dos partidos religiosos, Catalina de Médici concertó el matrimonio de su hija Margarita con el príncipe protestante Enrique de Navarra, futuro rey Enrique IV de Francia. No era cuestión conflictiva entre los pueblos o los creyentes, sino entre las oligarquías reinantes o a aspirantes a reinar.

La boda, prevista para el 18 de Agosto de 1572, no fue aceptada ni por el papa Pio V (sería canonizado e hizo muchas reformas y obligó a los miembros de la Guardia Suiza –guardia personal del Papa– a casarse con sus concubinas o a despedirlas) ni tampoco por su sucesor Gregorio XIII, que estaba sentaDo ya en el trono papal cuando tuvo lugar la matanza y a la que era ajeno. Frente a Francia el rey de España Felipe II condenó de manera rotunda la política matrimonial y de alianzas de la reina madre francesa, y acabaría siendo el beneficiario de los hechos.

PARIS ERA UNA FIESTA

Todavía no había nacido un Hemingway que nos hubiera podido dejar una crónica novelada de la massacre que sería bien contraria su París era una fiesta que fue la obra más personal de Hemingway, quien, ya en el crepúsculo de su vida, narra los dorados, tensos y fructíferos años de su juventud en el París de los años veinte, en compañía de escritores como Scott Fitzgerald o Ezra Pound, la llamada «generación perdida», según la popular denominación acuñada en aquella época por Gertrude Stein, mítica madrina del grupo.

La Fiesta (?) de que hablamos en 1572 había de ser la boda que cancelaría la rivalidad entre protestantes y católicos. Pero esa “fiesta“ no fue de una “generación perdida“, sino de generaciones asesinadas en nombre de “verdades dogmáticas“ que escondían intereses políticos, dinásticos y de poder familiar.

La boda propició que acudieran a París, en apoyo del príncipe navarro, un gran número de  nobles protestantes. Al mismo tiempo, la mayoría de la población de París, que era católica, fue alentada a la confrontación con los protestantes a la ciudad. Los predicadores católicos, en su mayoría capuchinos, hicieron patente su rechazo frontal hacia el matrimonio de una princesa de Francia con un protestante. Incluso el Parlamento de París decidió mostrar su malestar por este matrimonio. Las protestas se evidenciaron y se acentuaron ante el derroche de gastos y lujos que este matrimonio comportaba, mas los rencores en ambos bandos por las masacres anteriores.      

 Como ocurre siempre las repercusiones de los problemas no empiezan ni acaban en las fronteras nacionales. Y si había grupos de poder que querían solucionar los problemas internos de Francia con sus guerras religiosas, había otros grupos – dentro y fuera de Francia- que estaban interesados en otros planteamientos. Como así ocurría con los reyes de España y con los círculos pontificios, El papa Pío V (1566-1572), de nombre Miguel Ghisleri, era de origen humilde. De niño pastoreó rebaños y fue a la escuela de casualidad. Entró en la orden de los dominicos a los catorce años, fue buen estudiante y se convirtió en buen teólogo. Se ordenó sacerdote a los veinticuatro años de edad. El historiador francés Braudel le describe como «uno de esos innumerables hijos de pobres entre los cuales la Iglesia halló frecuentemente, en el siglo de la Contrarreforma, a los más apasionados de sus servidores. [...] Pío V tiene el fervor, la dureza extremada, su negativa al perdón. Ya no es de ninguna manera un papa del Renacimiento; ha pasado el tiempo». Pio V había sido Inquisidor y cardenal, estaba asentado en la creencia de la verdad imperecedera de la Iglesia romana y era enemigo teológico de toda desviación. Se dice que no sabia de política ni estaba interesado en aprenderla. Vivía en el mundo de las verdades eternas y no de la realidades cotidianas. Quizás por eso y por haber apoyado la causa dinástica española que luego sería canonizado como Santo. Era suya la afirmación de que las medidas de dulzura para nada servían, por lo que había que utilizar la severidad y el exterminio. Un verdadero ejemplo de “santidad“ que los ayatolas del actual Iran podrían imitar. Fue llamado el "Martillo de los Herejes".

Algo más tarde exigió la presencia del arzobispo de Toledo, Bartolomé de Carranza, para que su causa fuera juzgada en el tribunal romano. Felipe II dio largas al asunto, pero Pío V le escribió con una clara amonestación perentoria: «Si no hace así, en ninguna manera podríamos sufrir que esa causa se dilatase aun más, sino que nos veríamos obligados a ordenar al nuncio que pusiese su ejecución, sin miramientos a nadie, lo ordenado en nuestra carta.» Así incitaba al rey español a dar ejemplo al mundo de obediencia y respeto al Vicario de Cristo.

El enredo inquisitorial y la culpabilidad clara del Vaticano, es decir, de los grupos en el poder que absolvían o decretaban condena al resto de los creyentes. La Inquisición española mandada por el inquisidor general Fernando de Valdés decide encausar al Arzobispo Carranza. Este es engañado y obligado a abandonar la corte, siendo apresado la noche del 23 de agosto en Torrelaguna y llevado a la cárcel de la Inquisición en Valladolid, donde da comienzo su proceso, largamente demorado a causa de la conveniencia del rey Felipe II, quien, mientras quedase descubierta la vacante del Arzobispado de Toledo, cobraba las pingües ganancias del mismo. Pio V murió y su sucesor, Gregorio XIII, condenó al Arzobispo hispano el 14 de abril de 1576, declarándole gravemente sospechoso de herejía -en una sentencia que quiso satisfacer a todos y no contentó a nadie-, exigiéndole una abjuración “ad cautelam” de dieciséis de sus proposiciones, a pesar de que la obra había sido declarada ortodoxa por el Concilio de Trento en 1563 (Objetivos de Trento fueron definir la doctrina católica y disciplinar a sus miembros condenando la Reforma Protestante, considerada por la Santa Sede como una herejía.)

La convicción religiosa y guerrera de los papas organizaron una cruzada contra los turcos que desembocó en la batalla de Lepanto (1571), victoria de la Liga formada por España, Venecia y la Santa Sede, dirigida por don Juan de Austria. Pío V atribuyó este éxito al rezo del rosario, y no fueron los cañones ni los soldados, sino la oración la causa del hundimiento de la flota turca.  Vencidos los turcos, solo quedaba vencer o exterminar a los protestantes.  

El Senado de Venecia incluyó bajo el cuadro de la batalla de Lepanto de la sala de sesiones, esta inscripción: «No son las armas, ni los jefes, ni el coraje lo que nos ha dado la victoria, sino la Virgen del Rosario.» Años después Gregorio XIII ordenó festejar cada primer domingo de octubre el rosario y, a la vez, la batalla de Lepanto.

La Corte francesa en tensión, Catalina de Médici no logró obtener el permiso del Papa para el matrimonio excepcional, y los prelados franceses no sabían qué actitud tomar. La reina madre empleó todas sus estrategias a fin de convencer al Cardenal de Borbón para que oficiase los esponsales. La rivalidad entre los bandos religiosos recrudeció cuando la católica Casa de Guisa no estaba dispuesta a ceder su lugar a los Montmorency. Francisco, duque de Montmorency y gobernador de París, a la vista de las revueltas urbanas, eludió los problemas que se avecinaban y abandonó la ciudad días después de celebrado el matrimonio.