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Apareciendo el partido de extremaderecha VOX ya advertimos del peligro que entrañaría en lo político y a la violencia antidemocrática 

Erasmo Quintana *

Con el devenir de la actuación natural de este partido, falangista y heredero del fascismo franquista, tenemos como país una polarización asimétrica. El singular pueblo nuestro lo aguanta todo, y puede votar a quien no debe porque los que hacen políticas sociales en su beneficio “les cae mal” llevados por la bien orquestada propaganda de las derechas. Pero parece que ello no importa, pues lo cierto es que tan sacrificado como está, no parece que vaya despertando, todo lo contrario: acude al llamamiento de la extremaderecha para que se manifieste poniendo a caldo a quienes les están resolviendo la vida. La sociedad en general no cae en la cuenta de qué partidos son los que se preocupan por ella. De las derechas nada pueden esperar.

 

El ejemplo lo tenemos en el seguimiento corderil que se hace a la extrema derecha inundando las calles en grandes manifestaciones reivindicando ¿qué? No lo hace por una Sanidad Pública de calidad, en clara oposición a la potenciación económica destinada a la Privada, cuando la Pública alcanza a todos los ciudadanos por igual, y la Sanidad Privada no. Podemos hablar en los mismos términos sobre la Enseñanza; aquí también hay un mayor celo por la enseñanza privada religiosa que por la pública. La Junta de Andalucía del Sr. Moreno Bonilla (PP), invertirá más de 2,600.000 euros en un nuevo Centro de Salud de Antequera, que gestionará la Privada, claro.

Conviene traer aquí, por qué no, la singular postura política del PP y el presidente Núñez Feijóo y su ley del embudo, ante la moción de censura en el ayuntamiento de Pamplona, donde gobernará Bildu y los socialistas. Idénticamente lo mismo que el PP hace -allí donde puede- con su proverbial alegría y garbo desplazando al partido más votado pero que no puede formar gobierno, y esto, es cosa que no puede hacer el PSOE. No le está permitido por los atrabiliarios del PP. Éstos sí pueden hacerle al PSOE mociones de censura en varias Comunidades, entre las que se encuentra Canarias, donde se unieron CC y PP, mandando al partido más votado, el PSC-PSOE, a la oposición.

 

 

La monarquía de los Borbones (franceses) en España, salvo el reinado de Carlos III -lo hemos dicho en más de una ocasión-, ha sido desastrosa desde todos los puntos de vista, y más en lo político. Si los ponemos en una balanza queda al descubierto que todos reinaron para lo mismo: vivir como reyes de los Presupuestos del Estado y apuntalados por el sistema capitalista imperante a través de los siglos agenciándose una fortuna, por aquello de que no estaban seguros en el trono, que podían terminar en el exilio. Era época de conspiraciones y se devaluaba la peseta. Entraba en juego el general Miguel Primo de Rivera, que se veía como la solución al malestar nacional montando “su” dictadura con el consentimiento de la Corona, la cual terminaría en dictablanda. Dimitió cuando quisiera imponer un gobierno de tipo fascista, pero el detonante fue que no pudo cumplir su propósito de regeneracionismo, a su modo, del país. 

La dictadura militar de Primo de Rivera se vio mantenida firme año tras año sin otro apoyo que de Alfonso XIII y la camarilla militar del dictador. "Los acontecimientos se pusieron tan en su contra, que perdió a su principal sostén, el Borbón, y dimitió, abandonando su país camino del exilio, para morir en 1930, en Paris".

 

El ambiente en las calles se caldeaba tanto, que Manuel Azaña dijo: “En territorio ocupado por los alzados nacionalistas fusilan a los francmasones, a los profesores de universidad y a los maestros de escuela tildados de izquierdismo y a una docena de generales que se habían negado a secundar el alzamiento”…

 

 

 

 

La Iglesia Católica se posicionó junto al levantamiento militar, por lo que el pueblo la veía como su enemiga. La jerarquía eclesiástica no lo dudó un instante, por lo que el Golpe de Estado para ella suponía la "Santa Cruzada”. Ello fue motivo del incendio de iglesias y muerte de religiosos por los anarquistas, lo, que dicho sea de paso, tanto dolor de cabeza provocó en el grancanario, Juan Negrín, presidente del Gobierno republicano durante los últimos años de la contienda.

 

 

España, un país europeo que es, a principios del siglo XX era eminentemente agrícola. Un 70%, incluso el 80%, se dedicaba a labores del campo, mientras que la industria no pasaba del 16% del total. Este sector se dedicaba preferentemente a materias de necesidad perentoria como la confección textil o la construcción. Todo era indicativo de ser una sociedad fundamentalmente atrasada, muy bruta y analfabeta.

Decía en el encabezamiento que desde el mismo instante de la aparición de VOX ya pronostiqué el peligro de un partido que no es en esencia democrático. Que entiende la política libertaria una forma de llegar a gobernar, cosa que si consigue, rompe la baraja e implanta una férrea dictadura a la manera del nazifascismo. Por ejemplo, nunca habíamos visto esas multitudinarias manifestaciones callejeras a diario durante meses, así como el intento colectivo de asaltar la sede de un partido político, con insultos al presidente del Gobierno mezclados con el Cara al Sol y los vivas a Franco, al tiempo que encarándose a los antidisturbios y rompiendo mobiliario urbano. En más de cuarenta años, nunca habíamos presenciado tan lamentables y salvajes actuaciones, pero que no debe extrañarnos tanto, pues son causa e inspiración del manual antidemocrático de VOX.

* Gracias a Erasmo Quintana