"Canarias, del potaje al michelín", Benito Maceira - por Lara Escobar Hernández *

Benito Maceira, una eminencia en nefrología en Canarias, ofreció el lunes 6 de marzo un seminario en la Pirámide de Guajara a estudiantes de periodismo. La conferencia, bajo el llamativo nombre “Canarias: del potaje al michelín”, pretende transmitir un mensaje de alerta y propiciar la actuación entre los oyentes.

Las Islas Canarias (o como jocosamente se refiere a ellas el conferenciante: “Islas Michelín”) sufren de un grave problema de salud derivado de los malos hábitos alimenticios que la población ha adquirido en los últimos años. El archipiélago es líder, dentro España, en todos los tipos de obesidad (infantil, juvenil, de mayores e incluso mórbida) y, dentro del panorama mundial, la región se ha alzado con uno de los mayores índices de obesidad (30% de obesidad y 40% de sobrepeso según estudios de CDC en 2000-2005) compitiendo, codo con codo, con Estados Unidos o México.

Ahora bien, el problema no se queda en las cifras. La obesidad viene acompañada de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o la hiperlipemia, entre otras. Da lugar, asimismo, a la arteriosclerosis que puede derivar en infarto de miocardio o insuficiencia renal. La obesidad, nos advierte Maceira, mata. La obesidad acaba con la vida la vida de cientos de canarios, siendo la tasa de mortalidad de esta enfermedad tres veces superior a la media nacional.

La pregunta clave es: ¿por qué hemos pasado “del potaje al michelín”? El nefrólogo expone que la razón es, fundamentalmente, la imposición de un estilo de vida occidental por parte del sistema que nos gobierna. El “michelín” se comienza a apoderar de la población de las Islas del Atlántico cuando arranca el desarrollismo de la civilización canaria, con el sector del turismo. Con la sociedad del desarrollismo aparece el fenómeno del sedentarismo, el consumismo, la pérdida de la agricultura doméstica, el aumento del estrés psicosocial y un difícil acceso a la comida sana; causando una degeneración de los hábitos alimenticios, sobre todo entre las clases más bajas.

El ponente resalta lo barata y eficaz que puede resultar la prevención (a través, por ejemplo, de la educación nutricional) a la hora de combatir la obesidad. Sin embargo, tiene claro que este asunto no les interesa a los empresarios, que son los que dominan el globo y están llevando a cabo un “aprovechamiento porcino de la población”.

“La solución es la presión ciudadana”, indica Maceira. Es necesario abrirle los ojos a la sociedad sobre un problema que no posee la difusión suficiente (los estudios sobre obesidad en Canarias son escasos) y que cada vez se cobra más víctimas. Se trata de un problema de salud, pero cuyas causas son sociales, por lo que se requiere de un tratamiento social.

* En La casa de mi tía por gentileza de Lara Escobar Hernández, con la colaboración del profesora Irène Dupuis