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martes, 14 de mayo de 2024 00:00h.

Días después del asesinato de Javier Fernández Quesada - por Javier Marrero Santana

 

FRASE JAVIER MARRERO

Días después del asesinato de Javier Fernández Quesada - por Javier Marrero Santana *

Un pequeño recuerdo al que no sé ponerle la fecha exacta y algunos lugares no recuerdo bien donde fueron, tendría que volver a los sitios y espero que alguien tenga memoria de la época y podamos completar un poco lo que fue aquellos años de lucha de estudiantes y obreros en Canarias.

Tras el asesinato de Javier Fernández Quesada por un guardia civil a la entrada del Paraninfo de la Universidad de La Laguna, la lucha se recrudeció.

javier Fernández quesada DdA

Desde la isla de Gran Canaria nos organizamos en la clandestinidad y nos desplazamos a apoyar  las concentraciones y manifestaciones. 

Los grises, la policía armada, hizo lo mismo y enviaron efectivos especializados traídos de cuarteles de España, entre ellos la brigada de Córdoba que se distinguían por un pañuelo color salmón que llevaban al cuello.

javier fernández quesada entierro

Yo pertenecía a un colectivo de coordinación, era un grupo clandestino que casi no nos conocíamos entre nosotros, pero siempre había una conexión que nos verificaba que era el grupo adecuado y que no estaba infiltrada la policía.

En Las Palmas de Gran Canaria organizábamos la seguridad de las manifestaciones, muchas veces la reunión fue en el parque de Las Cucas.

En ellas planificabamos y estudiabamos el recorrido, organizábamos los turnos de vigilancia del cuartel de la policía armada en la trasera del gobierno civil (desde las azoteas de compañeros y hasta había en la cercanía un local clandestino del PUCC), preparábamos elementos para barricadas, se aflojaban adoquines y las papeleras de la época se les dejaban las tuercas flojas y estas nos servían a modo de escudos.

También se dejaban escondidos por las zona los panfletos a repartir, palos y se realizaban pintadas con las consignas.

La acción consistía que una vez nos avisaban de la salida y el número de policías armadas que se dirigían a la mani, hacíamos un cordón hasta que llegáramos a las calles por donde se pudiera huir, siempre con el tráfico en contra. Luego las compañeras y compañeros preparados, se enfrentaban a los ataques de los grises.

Otra labor era identificar y aislar a los secretas, fuerza nuevas y guerrilleros de cristo rey que se mezclaban en la mani y hacían de brazo ejecutor de la policía fascista.

La poli a veces usaba una ambulancia que con la sirena puesta confundía a quienes nos manifestamos con el fin de disolvernos y ahí el cordón tranquilizaba demostrando que era una ambulancia en falso servicio.

Nuestras acciones iban encaminadas a ir contra la policía no para atrás. 

Según superabas el cordón policial era mas fácil huir. 

Pero quienes corrían hacia atrás, caían en la trampa de la policía y hubieron porrazos y detenciones. 

Esto nos obligó a comentarlo en las asambleas para que fuéramos conscientes, pero así y todo muchas veces se falló. 

Este grupo como comenté nos fuimos en Correillo o Santa María y portábamos maletas con libros y una muda como estudiantes.

No viajábamos en grupo, íbamos en solitario o con algún acompañante, yo iba con Antonio Lema. Si nos reconocíamos en el barco o por Santa Cruz o La Laguna no nos saludábamos ni nos identificábamos.

La primera reunión, que seríamos unos diez, la tuvimos bajo un puente cercano a la ciudad universitaria y luego de allí íbamos como en el barco, o en solitario o con un acompañante, al Colegio de San Fernando en donde pernoctábamos y nos decían cuales iban a ser las acciones y cuando.

La mayoría de las calles estaban tomadas por la policía e ibas de control en control.

También muchas calles tenían los adoquines levantados y habían restos de barricadas.

Como muestra de luto se colocaron en fachadas y coches, crespones negros.

También se usaron brazaletes negros que nos lo retirábamos al acudir a los actos porque los grises te los llegaban a romper en el brazo dándole vueltas a modo de torniquete y mientras te decían “y ahora que… que no te vea mas con esta puta mierda”.

El miedo era mucho y las noches casi no se descansaba y día tras día.

La Laguna empezó a cerrar los pocos comercios que abrían obligados por sus patrones. Hay quien dice que por temor a los piquetes y no es cierto, los que se mantuvieron abiertos si que lo hicieron por temor a represalias de la policía y de los grupos de los fachas. Muchos comercios y viviendas escondieron a quienes huían de las cargas desmedidas de la policía franquista.

Era cerca de Navidad y se entonaba a modo de estribillo de villancico…

“Pero mira como corren los grises por el campus, pero mira como corren gritando franco, franco… “

POLICÍA ULL

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Javier Marrero Santana

JAVIER MARRERO SANTANA

 

 

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