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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

Goebbels, más vivo que nunca - por Toño Linares


Decía el ministro de propaganda alemán, durante el Tercer Reich, que una mentira repetida mil veces termina convirtiéndose en una verdad. Esta máxima maldad es la que están aplicando los medios oficialistas (y no tan oficialistas) con respecto a la situación bancaria en España, concretamente al rescate financiero.

Goebbels, más vivo que nunca - por Toño Linares

 Decía el ministro de propaganda alemán, durante el Tercer Reich, que una mentira repetida mil veces termina convirtiéndose en una verdad. Esta máxima maldad es la que están aplicando los medios oficialistas (y no tan oficialistas) con respecto a la situación bancaria en España, concretamente al rescate financiero.

 Vayamos por partes. Desde la izquierda política y social siempre se ha pedido, y defendido, la nacionalización de la banca, como fin principal para que la economía este al servicio de la ciudadanía y no a la inversa como en la actualidad. Este mensaje ha calado en la población y cada vez es más extendido y apoyado, pero el capitalismo, poseedor de las armas mediáticas, esta trabajando en desmontar la viabilidad de una banca pública o nacionalizada.

 ¿Cómo es el proceso?, pues en todos los medios, cuando se habla del rescate financiero se dice que es para los bancos y cajas nacionalizadas, a sabiendas que en este país no se ha nacionalizado a ninguno, sino que se ha intervenido. Que hay una diferencia. Una vez colocado el dinero público en las arcas de esas entidades intervenidas, se desprenderán de ellas repartiéndoselas entre los amigos banqueros, aprecios simbólicos, como es el caso del banco de Valencia, que pasa a ser propiedad de la caixa, por un euro, eso si una vez este saneado.

 ¿Cual es el objetivo?, Pues una vez finalizado el proceso, los banqueros con más fortuna y poder y, las arcas públicas desplumadas, se encargarán de afirmar que la descapitalización del estado es como consecuencia de políticas de izquierdas, al nacionalizar parte de la banca. Quedando demonizado todo lo que huela a público y tendrán camino libre, si ya no lo tienen, para privatizar lo que les de la gana sin rechazo social. A sabiendas que lo que se ha hecho es socializar las pérdidas y privatizar los beneficios.

 ¿Qué podemos hacer? Llamar a las cosas por su nombre. En este País no se ha nacionalizado nada, se ha intervenido para evitar la bancarrota de los amigos banqueros, inyectando dinero público en los agujeros creados por los pésimos gestores financieros, para devolvérselos a los poderes del capital, entidades saneadas y con beneficios. Hay que hacer llegar a las instituciones públicas nuestro rechazo a estas bastardas maniobras, que nos conducirán a que la deuda privada la paguemos todxs. Hacer todas aquellas acciones que se consideren oportunas para que no se salgan con la suya, o al menos que no se vayan de rositas.

 Hagamos repetir dos mil veces la verdad, para que las mil veces de la mentira no tenga cabida.