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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Microcréditos: cuando los pobres financian a los ricos - por Omar Aziki, Lucile Daumas, Fatima Zahra, de ATTAC-CADTM Maroc

 

ATTAC CADTM MAROC

omar azikilucile daumasFÁTIMA ZAHRAHace ya más de 10 años que Attac Cadtm Maroc se interesa en la deuda pública, uno de los instrumentos utilizados por las instituciones financieras internacionales y los gobiernos occidentales para hacer ingresar a los países del sur a paso forzado en la mundialización neoliberal.

 

MANIFESTACIÓN MARRUECOS CATDM

Microcréditos: cuando los pobres financian a los ricos - por Omar Aziki, Lucile Daumas, Fatima Zahra, de ATTAC-CADTM Maroc *

 

Hace ya más de 10 años que Attac Cadtm Maroc se interesa en la deuda pública, uno de los instrumentos utilizados por las instituciones financieras internacionales y los gobiernos occidentales para hacer ingresar a los países del sur a paso forzado en la mundialización neoliberal. Los planes de ajuste estructural aplicados a comienzos de los años ochenta y las medidas de austeridad siempre renovadas repercuten directamente en las condiciones de vida de las poblaciones, particularmente en las zonas rurales y en los barrios marginales de las ciudades, a causa de la destrucción de los cultivos alimentarios de subsistencia y de una parte importante del pequeño campesinado, del aumento de la precariedad del trabajo y del desmantelamiento de los servicios públicos, de ahora en más pagos para la mayoría. Es así que se priva a millones de personas de los recursos suficientes para cubrir sus necesidades cotidianas elementales, lo que constituye un terreno favorable a la expansión exponencial del microcrédito. Asimismo, cuando apareció en la región de Ouarzazate en el sudeste de Marruecos un movimiento de víctimas del microcrédito, Attac Cadtm Maroc evidentemente relacionó la deuda pública y esta forma de deuda privada y decidió apoyar el movimiento.

En abril de 2014, Attac Cadtm Maroc organizó una caravana africana de solidaridad conjuntamente con el movimiento de las víctimas del microcrédito de Ouarzazate, para encontrarse con los prestatarios y prestatarias de la región con el fin de escucharles, llevarles solidaridad, posibilidades de reagruparse y organizarse para enfrentar los múltiples problemas encontrados con las instituciones de microfinanza (IMF).

De esta campaña nacieron numerosas interrogantes a las que intentamos responder a través de un estudio realizado sobre el perfil de los clientes de la microfinanza, los problemas vinculados con los contratos y el rol del microcrédito en la relación de las instituciones financieras con las capas más carenciadas de la población. Recogemos aquí algunas de las conclusiones de este estudio. |1|


Las condiciones de adjudicación de los contratos

Primero hay que entender que las instituciones de microcrédito practican una política voluntarista de ventas al público destinado: el de los pobres. De esta manera, el Fondo Jaida, conectado con la Caja de depósito y de gestión y especializado en el financiamiento de los organismos de microfinanza en Marruecos, habla de enrolamiento. El uso de esta terminología militar nos dice bastante de la naturaleza de las relaciones que entretejen las IMF con sus clientes. Como en los tiempos de la conscripción, las IMF envían a sus reclutadores a las plazas de las ciudades y de los pueblos, a los mercados, o hacen puerta a puerta en los barrios desheredados. Mientras más clientes logren, mejor es la remuneración y lo mismo en diferentes niveles de la estructura. La lógica no es entonces responder a una demanda, sino atraer a la clientela a cualquier precio. Esto se hace en detrimento de las necesidades reales de los clientes y de un acabado estudio del expediente y de los proyectos de cada persona. Por lo tanto, en un contexto de fuertes presiones, los eventuales clientes se ven obligados a firmar el contrato de crédito lo más rápidamente posible.

La lógica es atraer a la clientela a cualquier precio, en detrimento de las necesidades reales y de un acabado estudio del expediente y de los proyectos de cada persona.

Ahora bien, esta clientela es particularmente vulnerable. Ofrecer plata a personas que en su mayoría no tienen ingresos regulares, que tienen todo tipo de dificultades para llegar a fin de mes y alimentar a una familia numerosa, analfabetos |2| y en ningún caso familiarizados con el mundo de la administración, los bancos y las finanzas, constituye una presa fácil para los agentes remunerados por rendimiento. En esas condiciones, sería necesario poner en marcha mecanismos de protección para cubrirlos contra todos los abusos. Sin embargo sucede lo contrario y se aprovecha la inexperiencia de los clientes para poder exprimirlos mejor.


La legibilidad de los contratos

La lectura de los contratos es particularmente árida e incomprensible para el que no es especialista. ¿Qué decir, entonces, cuando la mayoría de la clientela es analfabeta o iletrada? |3| Además, estos contratos tipo están a menudo redactados en caracteres pequeños, varias veces fotocopiados, sus diferentes secciones no siempre informadas, y cuando lo están, a menudo están redactadas a mano, con una letra prácticamente ilegible.

Las mismas secciones pueden estar mal rotuladas (así los gastos de expedientes pueden facturarse en diferentes lugares del contrato, bajo diferentes apelaciones; los gastos de “acompañamiento” pueden estar también previstos sin que se precise en qué consiste el acompañamiento).


Las tasas de interés

Sin duda el aspecto más escandaloso es el ocultamiento de la tasa de interés efectiva anual que tendrá que pagar el deudor. Las IMF habitualmente se contentan con significar la tasa de interés y los montos mensuales de los reembolsos. Este disimulo de la tasa de interés efectiva anual tiene por objetivo engañar a los clientes con respecto a las tasas de interés reales. Las tasas de interés pueden así parecer particularmente bajas (1,5 % a 3,5 % mensual) mientras que la tasa de interés anual fluctúa entre 30 y 35 %, a veces bien por encima de la tasa promedio de interés anual aplicada en el sector bancario que fluctúa entre 6 y 7 % y de la tasa techo fijada por el Banco de Marruecos, que se sitúa alrededor de 14 %. |4| Es por lo tanto una verdadera tasa de usura la que se le impone a los clientes de las IMF, quienes, recordémoslo, son personas carenciadas que por ese motivo no tienen acceso a los créditos bancarios comunes. Así que a los pobres se le cobra más caro.

Las IMF justifican esas tasas por el hecho de que siendo los préstamos pequeños, los gastos de administración son importantes. Pero los gastos de expediente se contabilizan aparte, cuando no se facturan el doble ¡o el triple!


Las condiciones de reembolso

Por otra parte, las condiciones de reembolso son sencillamente aberrantes. En efecto, en la mayoría de los casos se supone que estos microcréditos financian actividades generadoras de ingresos, según reza la expresión. Por consiguiente, una vez que se ha acordado el préstamo hay que montar el proyecto, ponerlo en movimiento y ver de qué manera subsistir en lo cotidiano y reembolsar al organismo de crédito. Esto implica tiempo antes de poder contar con las primeras entradas de dinero más algunas ganancias. Pero, con frecuencia los reembolsos se inician al mes siguiente del otorgamiento del crédito. |5| En esas condiciones es imposible desarrollar el proyecto. La encuesta realizada por Attac Cadtm Maroc devela un índice de fracaso del 75 % de los proyectos de la muestra encuestada. Aquí es donde empieza la espiral de no pago de las cuotas y las prácticas de acoso por parte de los agentes de las IMF, que pueden llegar hasta la violencia física o moral, la quita de bienes, la aplicación de procedimientos judiciales expeditivos.

Cabe mencionar también la práctica del préstamo dicho solidario, que consiste en trasladar la responsabilidad del reembolso ya no sobre un solo deudor, sino sobre un grupo de personas solidarias, para el caso de que una persona de ese grupo no cumpla con el reembolso. Esta práctica agrega la presión del grupo a las presiones ejercidas por las IMC, en detrimento del vínculo social y de solidaridades que podían haberse forjado entre las personas de una misma aldea o de un mismo barrio.

Para poder cumplir, se ponen en práctica todos los medios posibles, desde pedir prestado al entorno más cercano, la venta de algunos bienes, al endeudamiento múltiple con diferentes IMF. Según nuestro estudio, menos de 4 % de los prestatarios pudieron pagar el préstamo con los recursos obtenidos gracias a la actividad financiada por el préstamo.


¿Las resistencias?

Los tribunales rechazan las quejas de los pocos prestatarios que se aventuran en este terreno, fuertes en expedientes fácilmente defendibles con tantos vicios de forma y de prácticas delictivas por parte de las IMF. Es lo que se produjo en Ouarzazate cuando varias víctimas de estas instituciones, organizadas en un movimiento estructurado y solidario, quisieron presentar una denuncia. En revancha, fueron los dos líderes del movimiento los que tuvieron que sentarse en el banquillo de los acusados, en un proceso armado de cabo a rabo basado en expedientes contradictorios. El tribunal de Ouarzazate se puso claramente del lado de las IMF y tuvieron que transcurrir tres años de procedimientos y numerosas movilizaciones para que las dos personas perseguidas sean finalmente sobreseídas.

El movimiento de las víctimas del microcrédito de Ouarzazate, apoyado por Attac Cadtm Maroc, movilizó de manera ejemplar a hombres y mujeres engañados y despojados por las IMF–sobre todo a las mujeres, que mostraron una combatividad y una determinación impresionantes . Logró poner en duda el discurso mistificador de las instituciones de microfinanza, tanto ante el país como a nivel internacional donde tuvo fuertes repercusiones mediáticas. Bajo esa supuesta lucha contra la pobreza existen en realidad otros objetivos, especialmente, extender la bancarización al conjunto de la población, incluso a la franja más pobre, y manotear el poco dinero de que disponen.


La microfinanza en Marruecos hacia una bancarización de los pobres

Efectivamente, desde hace años, el FMI y el Banco Mundial se pusieron el objetivo de ampliar la bancarización a nivel mundial. Incluso se pusieron una fecha tope: 2020. Es por eso que, en Marruecos como en otras partes, la reforma del sistema financiero integra la ampliación de la esfera de los servicios bancarios para alcanzar la parte más grande de la población, es lo que llaman la inclusión financiera. |6|

Para dar respuesta a este objetivo, el Estado aplicó una serie de medidas que favorece el rol del sector financiero. Aumentar la plaza del microcrédito constituye uno de los medios de esta política. El Banco Mundial es el que acompaña principalmente, vía CGAP, |7| la instauración y la evolución de las IMF hacia su inclusión en la esfera bancaria en Marruecos, asegurándoles ayuda técnica y financiera. Esta concierne a la gestión rigurosa de las actividades de esos organismos, como asimismo al funcionamiento que permita el máximo rendimiento financiero.

Se aplicaron varias enmiendas en la ley que rige la microfinanza en Marruecos. Desde 2007, las IMF pueden proponer contratos de seguro; desde 2012, pueden transformarse en bancos o bien convertirse en accionarias de bancos. Bajo esta misma lógica, Bank Al Maghrib rectificó la ley bancaria en enero de 2015, colocando a estas instituciones bajo su control igual que las otras instituciones bancarias. El CGAP, en una de sus recomendaciones destinadas a Marruecos, insiste en las medidas que permitan esta transición. Uno de los obstáculos reside en que las IMF hoy están habilitadas a aplicar tasas de interés muy superiores a las vigentes en los bancos y a la tasa máxima fijada por el Banco Central. El CGAP se ocupa de asegurar el éxito de las estrategias que permitan levantar este obstáculo.


La inclusión financiera de los pobres, un medio para enriquecerse

La participación de la banca privada en el financiamiento de las IMF, no es algo nuevo. Más allá de las donaciones y del financiamiento otorgado por los organismos públicos nacionales e internacionales, los bancos representaban el 80 % del financiamiento de las IMF en 2012, y esto era así ya en el origen de las IMF. |8| En su Informe anual de 1998, la fundación Zakour |9| escribía que 75 % de su capital consagrado a los microcréditos era financiado por el sector bancario. La inversión de los bancos privados en la microfinanza en Marruecos muestra la rentabilidad esperada de este mercado: por una parte, la población potencialmente involucrada se estima en un millón de clientes; por otra parte, el sector es altamente lucrativo: desde su creación, los organismos de microfinanza distribuyeron alrededor de 50 mil millones de dirhams, |10| que en la mayor parte estaban destinados a los microcréditos. Si aplicamos la tasa de interés promedio de 33 %, que es la que practican las IMF, los clientes han debido pagar alrededor de 67 mil millones de dirhams (capital+ interés).

Así pues, el sector financiero utiliza las IMF para llegar a la gran mayoría de la población, comprendidos los más pobres, y poder de esta manera tener una mano sobre el conjunto de la población. Las instituciones financieras internacionales las presentan como una forma de lucha contra la pobreza, pobreza que ellas mismas contribuyeron sustancialmente a agravar con sus planes de ajuste estructural y las diferentes reformas del sector financiero promovido en el conjunto de los países del sur. Pero, en la práctica, la bancarización de los pobres no está dirigida a satisfacer las necesidades de ellos acordándoles servicios financieros. Muy por el contrario, la precariedad se convierte en un mercado atractivo para los inversores y perfectamente lucrativo. El microcrédito viene a constituir una nueva herramienta de transferencia de la riqueza de los pobres a los ricos.

Traducido y publicado por PRESENZZA, International Press Agency

https://www.pressenza.com/es/2017/08/microcreditos-cuando-los-pobres-financian-a-los-ricos/

 

 

* En La casa de mi tía con la colaboración de ATTAC España