Putin: de esperanza (de las mafias) a esperanza de un mundo multipolar más justo... O, así es la vida y así hay que llevarla - por Federico Aguilera Klink
Putin: de esperanza (de las mafias) a esperanza de un mundo multipolar más justo... O, así es la vida y así hay que llevarla - por Federico Aguilera Klink *
Si alguien tiene interés en comprender el por qué de la guerra de Ucrania, sería razonable empezar por entender con claridad lo que señala Andy Robinson, citando a Matt Taibbi, en su artículo titulado “De la terapia del shock a la guerra financiera”. https://ctxt.es/es/20220401/Firmas/39406/rusia-privatizaciones-default-vladimir-putin-terapia-del-shock.htm
Más concretamente, dice Taibbi, "Las privatizaciones de la industria soviética fueron gestionadas con el asesoramiento de economistas estadounidenses (...) a gángsters mafiosos y a asesinos como Boris Berezovsky se les regalaron participaciones mayoritarias en empresas como Aeroflot".
El resultado fue el saqueo de Rusia y el aumento generalizado de la pobreza que pasó del 2% al 40% acabando en la suspensión de pagos.
“Cuando Yeltsin pidió una nueva línea de crédito en 1998 para asegurar acreedores asustados por la crisis en Asia, el FMI se negó. Tras la suspensión de pagos, Yeltsin fue sustituido en la presidencia por Putin, que ganó las elecciones presidenciales de 1999. Los gobiernos occidentales aplaudieron la llegada al poder de un "líder fuerte" en comparación con el etílico Yeltsin. Tanto Bill Clinton como Tony Blair elogiaron al exlíder de la KGB.
Un artículo en la revista dominical del New York Times en 1999 retrató al nuevo presidente como "una versión humanitaria de Pedro el Grande, el gobernante que abrirá el país a la influencia del mundo, una Rusia más dulce y más dinámica que nunca". Chrystia Freeland, la actual ministra canadiense de Economía, escribió entonces en sus crónicas periodísticas que "estamos a punto de enamorarnos de Rusia (con Putin) otra vez".
Putin fue alabado y reconocido por los líderes de Occidente, creyendo que iba a ser otro Yeltsin no etílico que siguiera permitiendo el saqueo de Rusia. Cuando vieron que no iba a ser así, los “gobiernos” occidentales comenzaron una campaña de insultos y descalificaciones hacia Putin.
Como señala Diana Johnstone, “Putin sacó a Rusia del caos causado por la aceptación de Yeltsin del tratamiento de choque económico diseñado por Estados Unidos.Putin puso fin a las estafas más atroces, provocando la ira de los oligarcas desposeídos que utilizaron sus problemas con la ley para convencer a Occidente de que eran víctimas de persecución (ejemplo: la ridícula Ley Magnitsky).
El 11 de febrero de 2007, el occidentalizador ruso Putin fue a un centro del poder occidental, la Conferencia de Seguridad de Munich, y pidió ser comprendido por Occidente. Es fácil de entender , si uno quiere. Putin cuestionó el “mundo unipolar” impuesto por Estados Unidos y enfatizó el deseo de Rusia de “interactuar con socios responsables e independientes con los que podamos trabajar juntos en la construcción de un orden mundial justo y democrático que asegure la seguridad y la prosperidad no solo para un selecto pocos, pero para todos.”
La reacción de los principales socios occidentales fue de indignación, rechazo y una campaña mediática de 15 años que presentaba a Putin como una especie de criatura demoníaca. De hecho, desde ese discurso no ha habido límites para los insultos de los medios occidentales dirigidos a Putin y Rusia”.
https://consortiumnews.com/2022/03/16/diana-johnstone-for-washington-war-never-ends/
Si añadimos la inclusión de falsas imputaciones de envenenamientos y atentados que se han presentado como hechos ciertos realizados por el “Régimen de Putin”, llegamos a la situación actual en la que en Occidente se ha conseguido que se asocie a Putin con un autócrata amigo de oligarcas.
Mientras tanto, un Régimen criminal auténtico con siglos de comprobada experiencia criminal, como es EEUU y sus vasallos Reino Unido, UE, Japón y Australia, son considerados como ejemplos de democracia plena. El mundo al revés, que diría Eduardo Galeano.
Y de nada vale la información honesta. El periodista alemán Udo Ulfkotte, autor de “Periodistas comprados (Presstitutos)” (2014), ya reconoció hace años que muchos periodistas alemanes mintieron para convencer a la gente de la necesidad de una guerra contra Rusia.
Todos sabemos que en el resto de la UE no ocurre eso porque la UE es un espacio que respeta los valores democráticos, por eso apoya al nazi de Zelensky, pero lo cierto es que Ulfkotte señala cómo una Tesis de Licenciatura leída en Munich comparó los calificativos y los adverbios empleados en artículos seleccionados del Frankfurter Allgemeine Zeitung sobre Obama y Putin entre 2000 y 2012, es decir, en plena orgía de insultos contra Putin. La lista fue la siguiente:
Sin embargo, la realidad, los hechos comprobados, son justo al contrario, Obama ha sido un criminal auténtico, ha empezado más guerras que los presidentes anteriores, ha lanzado miles de bombas y ha ordenado el asesinato de miles de personas, según cuenta John Pilger.
“De acuerdo con la investigación del Consejo de Relaciones Exteriores, sólo en 2016 Obama lanzó 26.171 bombas. Es decir, 72 cada día. Bombardeó a los más pobres de la Tierra: Afganistán, Libia, Yemen, Somalia, Siria, Irak, Pakistán. Cada jueves –informa el New York Times—, él personalmente seleccionaba a quién había que asesinar con endemoniados misiles lanzados con drones. Bodas, funerales o pastores de rebaños se convirtieron en blancos de ataque, junto con quienes trataban de reunir las partes de los cuerpos diseminadas por el “objetivo terrorista.
Un senador Republicano, Lindsey Graham, estimaba –con aplauso— que los drones de Obama habían matado a 4.700 personas. “A veces le das a gente inocente, y yo odio eso”, dijo, “pero nos hemos cargado a miembros muy principales de al Qaeda” (…) Bajo Obama, los EEUU extendieron las operaciones de “fuerzas especiales” a 138 países, el 70% de la población mundial.
El primer Presidente afroamericano lanzó lo que equivalía a una invasión a gran escala de África. Reminiscente del Gran Reparto de África de fines del XIX, el Comando Africano de los EEUU (Africom) ha construido una red de peticionarios y suplicantes entre los regímenes africanos colaboracionistas, ávidos de sobornos y armas estadounidenses.
La doctrina “soldado a soldado” del Africom incrusta oficiales estadounidenses en cada nivel de mando, desde el generalato al último cabo furriel. Sólo faltan los salacots”.
Todo un presidente acogedor y conciliador, un auténtico premio Nobel de la Paz. Y resulta que el problema es Putin.
* En La casa de mi tía por gentileza de Federico Aguilera Klink
