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viernes, 19 de abril de 2024 09:54h.

Sventenius, 23 de junio de 1973 Primera Parte - por Francisco Javier González

 

FRASE SVENTENIUS

Sventenius, 23 de junio de 1973 Primera Parte - por Francisco Javier González (*)

En la tarde noche del 23 de junio de 1973, la diablilla y el mismo Guayota deberían estar sueltos haciendo sus perrerías por Tamarán. Un coche atropelló, frente mismo a la puerta de su obra magna, el Jardín Canario “Viera y Clavijo”, a Enrique Sventenius que hacía apenas tres años que había logrado que el Cabildo lo nombrara “oficialmente” Director del Jardín, garantizando así, por primera vez en su vida, un cierto futuro que siempre estuvo en el aire y que, esa misma tarde, había completado estableciendo su compromiso matrimonial con la señorita Lotti Kercher en el hotelito del Lentiscal, donde bastantes veces se alojó,  propiedad del padre de la novia. No pudo disfrutar ni del amor ni de su magna obra. Tuvo que ser envidia de Guayota, soberano y creador de volcanes, a un tremendo enemigo que pretendía conservar lo mejor de esta tierra.

gato de Sventenius

Estoy seguro que su espíritu vagará estos días solsticiales tras las huellas de alguno de sus gatos o en la cueva de las cabras de Pepito Lena –el anterior dueño de los terrenos del Jardín- en las que instaló de entrada su oficina, su laboratorio…y parte de su vida

En su recuerdo, casi medio siglo después, publico esta primera parte del retrato que su vida me inspira.

Cueva de Sventenius

Gomera 21 de junio de 2021

mancheta 34