Buscar
miércoles, 15 de mayo de 2024 08:04h.

Fracaso estrepitoso de la bajada de tarifas de guagua de Alonso - por Chema Tante

El trasunto de Melchior en el Cabildo de Tenerife, Alonso, es el paradigma del tecnócrta gaznápiro, que se encanila con los rutilantes proyectos y no se detiene ni un instante en analizar el resultado. Por eso el hombre aplica la técnica comunicadora tan al uso en la coalición empresaria y en toda la derecha: hablas siempre en futuro, de lo que van a hacer y jamás en pasado, de lo mal que les sale lo que han hecho.

 

Fracaso estrepitoso de la bajada de tarifas de guagua de Alonso - por Chema Tante

El trasunto de Melchior en el Cabildo de Tenerife, Alonso, es el paradigma del tecnócrta gaznápiro, que se encanila con los rutilantes proyectos y no se detiene ni un instante en analizar el resultado. Por eso el hombre aplica la técnica comunicadora tan al uso en la coalición empresaria y en toda la derecha: hablas siempre en futuro, de lo que van a hacer y jamás en pasado, de lo mal que les sale lo que han hecho.

Esta vez Alonso tuvo, para decirlo a la manera de Churchill, una idea adecuada, pero adecuada, del todo inoportuna  y absolutamente mal planteada. Se le ocurrió bajar la tarifa de la guagua desde el norte de la isla a Santa Cruz de Tenerife, pensando que así subsanaría los descomunales atascos que se forman a diario en la autovía, que detienen a la gente más de dos horas en un trayecto que se hace normalmente en veinte minutos.

Y en su absoluto candor, el gaznápiso se montó en su guagua este lunes, 1 de diciembre, y armó una operación mediática a su propio bombo y platillo. El resultado ha sido que el hombre tardó en la guagua cerca de dos horas y el tráfico de vehículos particulares se retrasó más de cuarenta minutos más de las dos horas de costumbre.Y encima, la recaudación de TITSA  se ha resentido sensiblemente, sin necesidad ninguna.

Seguro que este martes, Alonso no se ha montado en su guagua. Y, desde luego, no ha hecho uso de su compra continuada de espacioe en la SER para contar lo bien que ha salido su idea. Evidentemente, porque ha salido mal.

Y ha salido mal, porque Alonso y demás capitostes enfocan mal el problema. La manera de que la gente deje el coche y vaya en guagua no es bajar la tarifa, sino restringir el tráfico de vehículos privados, en especial los de uso individual y poner trabas a su entrada y aparcamiento en el área urbana. Claro que con eso se dañan los intereses de las empresas importadoras de coches. Y eso no puede ser.