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martes, 16 de abril de 2024 13:57h.

El noble gesto del juez Ruz no basta para reparar la innoble actitud del estado español con el Sáhara - por Chema Tante

A la mucha gente que nos conmueve la injusticia que abruma al pueblo saharui, nos invadió un ácido sentimiento de satisfacción, con la noticia de que el juez Ruz mantiene su digna línea de actuaciones, con el empapelamiento de once ejecutores del genocidio que Marruecos ha perpetrado contra una gente indefensa. Ácida satisfacción, porque se incomoda a una parte de los criminales, pero los crímenes se siguen cometiendo.

A la mucha gente que nos conmueve la injusticia que abruma al pueblo saharui, nos invadió un ácido sentimiento de satisfacción, con la noticia de que el juez Ruz mantiene su digna línea de actuaciones, con el empapelamiento de once ejecutores del genocidio que Marruecos ha perpetrado contra una gente indefensa. Ácida satisfacción, porque se incomoda a una parte de los criminales, pero los crímenes se siguen cometiendo.

Se siguen cometiendo contra una gente indefensa, no por casualidad, sino porque la potencia administradora, la potencia a la que corresponde, en virtud de un obtuso concepto del derecho internacional, la soberanía del territorio del Sáhara Occidental lo permitió y lo permite. Las saharuis y los saharauis fueron abandonados a la cruel codicia del reino autoritario de Marruecos, por un estado, el español, que les había concedido la nacionalidad, y que, de la noche a la mañana, se la arrebató y se largó. Y, desde entonces, se ha mantenido al margen, consintiendo la acción marroquí.

Desde aquel funesto Tratado de Madrid, en 1975, el estado español ha sido cómplice, por omisión, silencio y tolerancia, de las atrocidades cometidas por el Reino de Marruecos en el territorio saharaui. Un territorio, insisto, del que ese estado español ha ostentado y todavía ostenta la soberanía.

A esas muchas atrocidades incalificables que el juez Ruz relata en su auto, a las que el ejercito de ocupación sigue cometiendo contra el pueblo del Sáhara, hay que añadir otro género de perversidades, quizá menos sangrientas, pero igualmente dolorosas y criminales. Porque a los malos tratos y asesinatos contra las personas, que ha cometido la potencia ocupante en el territorio saharui, hay que añadir la rapiña continuada de los bienes que pertenecen al pueblo de ese territorio. Marruecos se ha apropiado, sin que nada ni nadie le haya concedido ese derecho, de todos los recursos naturales del Sáhara Occidental.

Ahora, al menos, el juez Ruz ha vuelto a exponer ante la opinión pública internacional la masacre cometida por Marruecos contra la gente. Falta que alguien lo haga también con el robo de las propiedades.

Y no dejaré de llamar la atención sobre un hecho significativo: En tiempos en que las sociedades occidentales se muestran aterradas por la violencia extremista islámista, las dos únicas organizaciones populares que practican en el ámbito musulman la democracia, el respeto a los derechos humanos, el laicismo razonable y la consideración a la mujer, que son las comunidades palestina y saharaui, son objeto de abandono, cuando no de persecución. Mientras tanto, regímenes crueles, autoritarios, que flagelan, lapidan, mutilan, encarcelan, torturan y ejecutan por delitos de opinión o confesión, entre los cuales se cuenta Marruecos, gozan de la colaboración, protección y apoyo, por parte de las llamadas democracias occidentales. Se trata de un crímen por dinero. Todo se reduce al dinero. La codicia de quienes cometen los delitos contra los derechos humanos y la codicia de quienes lo toleran.

El juez Ruz ha hecho muy bien. Algunos de los torturadores van a tener que pensárselo, antes de salir de su país. El strapa de Rabat, hermano de Felipe Borbón y de Felipe González estará irritado. Pero los crimenes contra los bienes y contra las personas en el territorio saharaui se siguen cometieno. Y así será, hasta que los estados llamados democráticos abandonen el cinismo y acaten las disposiciones de Naciones Unidas, que adjudica la soberanía del Sáhara Occidental al pueblo saharaui, no al Reino de Marruecos.

Las víctimas saharahuis: "Pudimos enterrar a nuestros familiares pero nos faltaba la justicia"

http://politica.elpais.com/politica/2015/04/09/actualidad/1428589647_484025.html

http://www.elmundo.es/espana/2015/04/09/55268b9622601dc7108b457e.html