Referéndum constitucional, Víctor Arrogante en NUEVA TRIBUNA, Para ganar, comenta Chema Tante
Víctor Arrogante en NUEVA TRIBUNA, pone su claro estilo argumental para defender la petición de un referéndum que abra un proceso constituyente, Y yo, Chema Tante, insisto en que ese referéndum, justo y necesario, hay que ganarlo. Lo que no está garantizado todavía.
Referéndum, sí, pero, para ganarlo, comenta Chema Tante
Antes ya éramos mucha gente, y cada vez somos más, quienes reclamamos un Referéndum que normalice la vida democrática en este estado. Una democracia que también mucha gente creemos ausente, desde que la oligarquía tumbara la República con las armas nazis y fascistas y tropas coloniales mercenarias, mientras los esbirros y cachorros de los ricos mataban y torturaban demócratas en retaguardia.
Por eso anhelamos la República que recupere y actualice los valores morales del 31 para crear el espacio de convivencia y concordia, social y territorial, que necesitamos. Social y territorial, donde nadie abuse de nadie.
Eso, claro que sí, se conseguirá mediante un Referéndum que abra el paso a un proceso constituyente. Sin embargo, hay que tener claro que ese Referéndum lo pedimos, para ganarlo. Y hay que ganarlo con una mayoría contundente. No podemos perder. Significaría 80 años más de monarquía corrupta nada democrática.
En este momento, nadie puede garantizar que esa mayoría contundente exista. Los militares retirados ya han hecho la cuenta. La mitad de la población del estado español, la que no pretenden fusilar, está claro que votaría por la Monarquía. Y del resto, los y las fusilables, una parte se pronuncia actualmente también por la Monarquía.
No se trata de ilusión. Se trata de lo que pasa. Queda mucho por trabajar y por convencer, hasta que consigamos el Referéndum.
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Un Estado Republicano, plurinacional, solidario, participativo y laico, debe contar con una nueva estructura territorial federal, con un modelo de financiación y de política fiscal viable; que incorpore mecanismos que garanticen el Estado social, en el que la universalidad de los servicios públicos esté sustentado por principios y valores de libertad, igualdad, justicia social y solidaridad, que fortalezca y amplíe los derechos fundamentales de los ciudadanos, equiparando derechos civiles y políticos blindados, para evitar que los gobiernos de turno, ataquen los fundamentos del Estado de Derecho.
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