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sábado, 20 de abril de 2024 01:42h.

La estupidez del genuflexo Clavijo explica por qué el terrorismo machista no cesa - por Chema Tante

 

CLAVIJO

CHEMA TANTE"La violencia de género, no creo que sea un fallo del sistema en sí, se trata de personas individuales que por muchas circunstancias, al final, acaban cometiendo este tipo de crímenes”. Esta auténtica barbaridad ha largado el genuflexo Clavijo, comentando un nuevo caso de terrorismo machista perpetrado en Tenerife.

La estupidez de Clavijo explica por qué el terrorismo machista no cesa - por Chema Tante

"La violencia de género, no creo que sea un fallo del sistema en sí, se trata de personas individuales que por muchas circunstancias, al final, acaban cometiendo este tipo de crímenes”. Esta auténtica barbaridad ha largado el genuflexo Clavijo, comentando un nuevo caso de terrorismo machista perpetrado en Tenerife.

Mira que era difícil que algo que hiciera o dijera el genuflexo Clavijo le diera a uno más asco. Pero este despreciable sujeto es capaz de superarse a sí mismo en bajeza. Y es que este tipejo que ha llegado a la presidencia del gobierno canario, gracias a las campañas de comunicación comprada y a una ley electoral obtusa, no carece solamente de calidad intelectual, es que, además, no piensa, no razona. Es un ejemplo perfecto de aquello de que lo que la naturaleza no te da, los estudios no te lo prestan.

Ya no le basta al genuflexo Clavijo, con regodearse y presentar como atractivo que la gente canaria es la peor tratada laboralmente del estado. Ya no le basta con pregonar los embustes neoliberales de que "hay que favorecer a la empresas". Ya no le basta con entregar el territorio y el medio ambiente canarios a la oligarquía, con una Ley del Suelo depredadora. Ahora pone la guinda de la inmundicia, lavándose las manos -como gobernante y como hombre- de un drama social horripilante, que causa más víctimas y más dolor que el terrorismo politico. Porque "no es una fallo del sistema, es un asunto individual" y, por tanto, no hay solución posible.

Esta simploneria manifiesta del genuflexo Clavijo, mal sempiterno de las personas que dirigen la política canaria y española, es la que explica que nuestras desgracias sociales no tengan fin. Y ahora, ilustra las causas de que no haya manera de que los malos tratos y los asesinatos contra mujeres se multipliquen, para nuestra vergüenza.

Ya el mismo cacareado "Pacto de Estado contra la violencia de género" que acaban de suscribir los partidos políticos es otra demostración de que la gente de la política no se entera de nada. Las medidas que se contemplan van en su mayoría por la línea de reparar en lo posible los daños y perjuicios. Algo que ya debería estar en vigor, sin necesidad de pactos ni acuerdos. Pero ese pacto no contempla nada de lo que se necesita para acabar con este delito sistemático y repetido: la prevención, el cambio de los malditos prejuicios de desprecio a la condición femenina.

Y por eso, este simplón que ocupa sin mérito para ello la presidencia del gobierno de Canarias, el genuflexo Clavijo, no cree que los asesinatos sean un fallo del sistema; es más, de sus palabras se deduce que piensa que no hay nada que hacer, porque esas prácticas criminales se generan en los ámbitos privados.

Pues nada, genuflexo Clavijo. Una vez más, y como siempre, te equivocas. El terrorismo machista no es un problema individual, sino social, un drama que nos atañe tanto a las mujeres como a los hombres, incluso a los totorotas que llegan a presidir gobiernos.

Por ejemplo, si en lugar de estallarte, genuflexo Clavijo, en campañas de autobombo las perras que nadie sabe como le llegan a tu partido, las invirtieras en programas de educación; de dignificación de la mujer; de apoyo -antes, no después, cuando no hay remedio- para que las  mujeres no dependan económicamente del maltratador, asesino en potencia; en protocolos de protección efectiva. Pero, sobre todo, en remover los prejuicios discriminatorios, en promover los ideales feministas de igualdad; entonces, en fin, se podrá empezar a reprimir el terrorismo machista.

Pero con gentuallo como tú, genuflexo Clavijo, no hay esperanza. Ya yo no entendía que una persona pobre votara por ti. Ahora, además, no puedo entender que lo haga una mujer.. Rosa, Cristina, Ana, deberían pensar en esto.

Lo escribe y ratifica Chema Tante

CHEMA TANTE